(Por:
Rafael Dupouy Gómez)
Antonio
García “Maravilla”. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Dedico este artículo a uno
de los toreros que llamó, desde muy niño, poderosamente la atención del público
y la crónica taurina, despertando el interés como una prometedora figura de la
fiesta al valorar sus posibilidades artísticas cuando destacó como novillero
puntero. Me refiero al diestro madrileño Antonio García “Maravilla”, quien
posteriormente conquistó importantes triunfos como matador de toros, pero se
quedó en el camino quizás por algunas cornadas sufridas en Madrid, Bilbao, Valencia,
La Coruña, Salamanca, Bayona (Francia) y Caracas (Venezuela) que mermaron sus
condiciones, disminuyendo significativamente el número de sus actuaciones. Esto,
lamentablemente, les ha ocurrido a muchos toreros.
En mi país, Venezuela, logró
importantes triunfos, especialmente en el Nuevo Circo de Caracas, cortando la
primera pata que se otorgó en la historia de ese coso. Mi abuelo Florencio
Gómez Núñez, tuvo amistad con él y le contrató para la Feria de Maracay de 1934
en donde toreó con Nicanor Villalta y los hermanos Manolo y Pepe Bienvenida.
Antonio García Bustamante “Maravilla”, nació el 13 de enero
de 1911 en Madrid, en el barrio de Maravillas, de allí su apodo. Se inició como
becerrista, a muy temprana edad, haciendo pareja con Pepito Fernández Aguayo,
integrando una cuadrilla de niños madrileños. Torearon juntos en varias
ocasiones.
Arriba
a la izquierda: El madrileño Antonio García “Maravilla”, considerado niño
prodigio del toreo. Abajo: “Maravilla” de novillero en compañía del vasco
Manolito Agüero en 1928 y a la derecha: La popular pareja de niños toreros
madrileños, Pepito Fernández y Antonio García “Maravilla”. Foto: Baldomero.
(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El 18 de enero de 1925 se
presentó en un festival a beneficio de los soldados españoles en África, en la
plaza de toros de Vista Alegre, estando muy bien. Actuó junto a Juan Martín
Caro “Chiquito de la Audiencia”, José Fernández y el rejoneador Ángel Salgado.
Toreó una becerrada del
Montepío de industriales del calzado en Madrid, el 6 de julio de 1925. Allí le
brindó un toro a don Luis Mazzantini, quien se encontraba presente y luego de
prometerle un obsequio, le escribió en una tarjeta: “Y vaya mi receta. ¡Corto y derecho! Metiéndola “toda” en lo alto será
usted alguien”. Pepito Fernández y Antonio García “Maravilla” dieron varias
vueltas al ruedo ante la aclamación del público que llenaba el coso esa tarde.
Ese año sumó un total de 20
novilladas, unas veces con picadores y otras sin ellos, acrecentando su
puntuación de torerito fino y artista.
El 10 de abril de 1927, en
Melilla, cortó dos orejas y rabo, saliendo a hombros de la plaza hasta el hotel
donde se hospedaba; actuó junto a Llapisera,
Lerín, Charlot y el Guardia Torero, ante reses de Zaballos.
En 1928 decidió torear
festejos con picadores. Hizo pareja como novillero con el vasco, Manolito
Agüero.
Su apoderado don Isidro
Amorós, quien fuera notable crítico taurino bajo el seudónimo de “Don Justo”,
le consiguió muchos contratos para torear la temporada de 1929. También su padre, don Cándido García Salas, le apoderó durante un tiempo.
CRUZ DE BENEFICENCIA POR SU HEROICIDAD
Como un dato curioso y digno
de admirar, al joven Antonio García “Maravilla”, siendo todavía un prometedor novillero,
le otorgaron la Cruz de Beneficencia por la hazaña que protagonizó en Chinchón
(Madrid) el 17 de agosto de 1930, al estoquear con arrojo y valentía en plena
calle, un astado destinado a una corrida que se había escapado de su encierro,
provocando el pánico entre la gente que celebraba las fiestas patronales del
pueblo. Lamentablemente, “Maravilla” no pudo recibir oficialmente la Cruz de
Beneficencia, porque no se llegó a firmar el decreto de la concesión del
merecido galardón, por haber caído el gobierno del Gral. Primo de Rivera, en
aquel tiempo.
Esa temporada de 1930, sumo
un total de 26 novilladas, a pesar de haberle suspendido unas 10 novilladas.
En enero de 1931, fue
elegido por la afición en el concurso “Crónica” entre los cuatro novilleros
punteros del escalafón. El primer lugar, lo obtuvo Juan Martín Caro “Chiquito
de la Audiencia” (11.756 votos), Domingo Ortega (11.740 votos), Alfredo
Corrochano (10.438 votos) y Antonio García “Maravilla” (10.415 votos).
Los
novilleros punteros en el escalafón de 1931. De izquierda a derecha: Juan
Martín Caro “Chiquito de la Audiencia”, Domingo Ortega y Antonio García
“Maravilla”. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El 19 de abril de 1931, en
Barcelona, “Maravilla” cortó una oreja a un novillo de Mariano Bautista,
alternando con Luis Morales y Manuel Fuentes Bejarano “Bejarano II”. El 3 de
mayo, debutó en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, ante reses de Santacoloma,
compartiendo cartel con “Chiquito de la Audiencia” y el mexicano David Liceaga.
El 14 de mayo de 1931, se
presentó en Madrid como novillero, alternando con Ricardo González y Paco
Cester, lidiando reses de don Mariano Bautista. “Maravilla” haciendo honor a su
apodo, conquistó rápidamente a la afición, brindando toda su variedad artística
adquirida con gran conocimiento y oficio.
El 17 de mayo y el 13 de
septiembre de 1931, volvió a presentarse en la Real Maestranza de Caballería de
Sevilla, ante reses de Guadalest y Pérez de la Concha. Toreó unas 50 novilladas
en 1931, demostrando su gran calidad.
En 1932, “Maravilla” toreó unas 17 novilladas (2 de ellas en la
Real Maestranza de Caballería de Sevilla, ante toros de Villamarta) y se
despidió como novillero, el 31 de julio en Dax (Francia), lidiando reses de
Miura, matando en solitario seis astados. Tuvo un éxito importante al lucirse
en dos de sus novillos y cortar cuatro orejas, saliendo a hombros de la plaza.
Antonio García “Maravilla” tomó
la alternativa, el 7 de agosto de 1932, en Santander (España), de manos de
Marcial Lalanda, en presencia de Manolo Bienvenida y Jesús Solórzano. El toro
de su alternativa se llamó “Hortelano”, número 83, de la ganadería de don
Antonio Pérez Tabernero. Esa tarde, obtuvo un gran triunfo al cortarle las dos
orejas y el rabo al toro de su ceremonia, siendo ovacionado en su segundo.
Antonio García “Maravilla”, realizando un temerario desplante, el día de su alternativa y sensacional triunfo en Santander. (Archivo Hnos. Dupouy Gómez).
Ese año obtuvo grandes
éxitos. En sus primeras cuatro tardes como matador de toros en: Santander,
Gijón, Huesca y repitiendo en Gijón.
Igualmente, Antonio García
“Maravilla”, participó en la Corrida de Beneficencia celebrada en San
Sebastián, el 11 de septiembre de 1932, logrando un triunfo apoteósico. Alternó
con Nicanor Villalta, Marcial Lalanda y Luis Gómez “El Estudiante”, ante reses
de Martínez. El Presidente de la República, señor Alcalá Zamora, asistente a la
plaza, obsequió a los cuatro diestros con unas pitilleras en agradecimiento a
los brindis recibidos.
El crítico taurino “Corinto
y Oro”, en el diario “La Voz”, al día siguiente, señaló:
“Héroe
de ayer. Bien le cuadra el apodo. Bien le ha venido cuadrando durante toda su
feliz campaña como novillero. El madrileño se presentaba en San Sebastián como
matador de toros, y como tal queda tan fuertemente agarrado al círculo
donostiarra, que el año próximo vendrá al abono con todos los honores que otros
renunciaron.
El triunfo de Antonio García “Maravilla” fue
definitivo. Desde que abrió el capote en el primer toro hasta que entregó a las
mulillas al octavo, todo fue rabia, todo fue solera de torero formidable, todo
fue emoción de valiente sin trampa, todo fue acierto, todo fue triunfo, todo
fue…¡maravilla! Antonio García “Maravilla” hizo tales prodigios con el capote,
con la muleta y con la espada en sus dos toros, que desarrolló un curso completo
del arte de torear y matar con belleza y emoción.
Se llevó las orejas de los adversarios, se
llevó cuatro vueltas al ruedo, se llevó un clamor de emociones, no
interrumpidas, y el público por llevarse también algo de “Maravilla” se llevó a
“Maravilla a hombros”.
El 9 de octubre de 1932,
“Maravilla” toreó en Marsella (Francia), ante toros de don Juan Ayala,
alcanzando un nuevo triunfo, aunque al terminar de matar a su segundo enemigo,
ingresó a la enfermería de la plaza, siendo atendido por el Dr. Gustave
Cousier, apreciándole una fuerte contusión en la mano derecha que le impidió
actuar en la última corrida de la feria de Zaragoza, a la semana siguiente.
Toreó ese año, unas 11
corridas de toros.
En 1932, Pepe Madriles,
publicó en Madrid su libro “Maravilla”
Matador de Toros (A los sesenta días de su alternativa), con relatos de sus
actuaciones, acompañadas con plumillas del torero realizadas por Roberto
Domingo y Santos Saavedra.
Libro “Maravilla” Matador de Toros,
escrito por Pepe Madriles en 1932.
El 27 de abril de 1933, “Maravilla”,
confirmó su alternativa en la Corrida de Beneficencia en la plaza de toros
Monumental de Las Ventas de Madrid. Se lidiaron reses de Bernardo Escudero y de
Tovar. Alternó esa tarde con Nicanor Villalta, Manolo Bienvenida y Domingo
Ortega. Villalta tuvo que estoquear siete toros debido a las cornadas recibidas
por tres de sus compañeros de cartel. “Maravilla” gustó mucho ante su primero,
recibiendo palmas de reconocimiento por su labor. Durante la lidia del cuarto
toro, resultó herido recibiendo una cornada en el muslo derecho.
Confirmación de alternativa de Antonio García "Maravilla" en la Monumental de Las Ventas de Madrid, el 27 de abril de 1933. A la izquierda: Momento de la ceremonia, siendo su padrino Nicanor Villalta. A la derecha: Iniciando su faena de muleta. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El 25 de mayo de 1933, Antonio
García “Maravilla”, fue el primer torero que salió por la Puerta Grande en la
plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid. Su importante triunfo
ocurrió en la denominada “Corrida de las Misses Europeas”, cortando una oreja a
cada uno de sus enemigos. “Maravilla” recibió el primer apéndice auricular que
se otorgó en el coso madrileño. Alternó esa tarde con Nicanor Villalta y Luis
Gómez “El Estudiante”, ante reses de Juliana Calvo (antes don José Bueno y Marqués
de Albaserrada) y dos astados de Justo Puente, para el rejoneador portugués
Simao Da Veiga.
Esa temporada toreó unas 25
corridas.
El 12 de noviembre de 1933,
debutó Antonio García “Maravilla” en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela).
Alternó con el venezolano Julio Mendoza y el español Pepe Amorós. “Maravilla”
demostró su clase excepcional con su toreo fino y depurado. Con el capote,
ejecutó unas hermosas verónicas con gran temple y suavidad que remató con mucha
gracia y torería. En su faena de muleta, estuvo breve. Ante su segundo enemigo,
“Maravilla” cumplió agradando al público presente dando muestras de la variedad
de su toreo. Amorós estuvo muy bien en
sus dos toros. Cortó las dos orejas y el rabo, saliendo a hombros, siendo el
triunfador de la tarde.
El 19 de noviembre de 1933,
“Maravilla” se volvió a presentar en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela), actuando
con Manolo Bienvenida y Luis Díaz “Madrileñito”. Los diestros estuvieron muy
entregados buscando el triunfo. Durante las faenas de muleta escucharon música
y recibieron fuertes ovaciones. “Maravilla”, al simular un quite por verónicas,
fue enganchado por la ingle en el sexto toro de la tarde, sufriendo una
contusión y un fuerte varetazo en la región renal de pronóstico leve.
APOTEÓSICO TRIUNFO DE “MARAVILLA” EN
VENEZUELA
El 17 de diciembre de 1933, Antonio
García “Maravilla”, logró un triunfo apoteósico en el Nuevo Circo de Caracas,
realizando una fenomenal faena, escuchando música y recibiendo la aclamación
del público por su larga y artística labor. Al perfilarse para entrar a matar,
tiró la muletilla a un lado, se quitó una zapatilla y haciendo el viaje
perfecto hundió el estoque en la misma cruz, doblando sin puntilla el toro de
Pérez Tabernero. La ovación fue delirante y la presidencia le concedió a
“Maravilla” las dos orejas, el rabo y una pata, siendo esta la primera pata que
se otorgaba en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela). Fue sacado a hombros con
gran euforia por parte del público asistente; compartía cartel con Pepe
Bienvenida en un mano a mano. Bienvenida cortó una oreja esa tarde memorable.
Gran
repercusión causó en la prensa española el
importante triunfo de “Maravilla” en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela) como
lo destacó el “Heraldo de Madrid”. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
“MARAVILLA” EN LA FERIA DE
MARACAY DE 1934
Entre los toreros que
trajeron contratados en 1934 para la Feria de Maracay (Venezuela) los hermanos
Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, figuraron: Manolo Bienvenida, quien ya
había toreado en la Feria del año 1933, inaugurando la plaza de toros
Maestranza de Maracay. Su hermano Pepe Bienvenida, que debutó en la Maestranza
ese año de 1934, además del diestro aragonés Nicanor Villalta y el madrileño Antonio
García “Maravilla”, quien sustituyó a Pepe Amorós por un percance que sufrió en
la Plaza de Cartagena de Indias (Colombia).
El
diestro madrileño Antonio García “Maravilla” en compañía de su amigo Florencio
Gómez Núñez, pilar fundamental de la fiesta brava en Venezuela como ganadero,
empresario, creador y propietario de la Maestranza de Maracay. Abajo: Sentida dedicatoria
de Antonio García “Maravilla” que dice: “A
los distinguidos hermanos D. Juan Vicente y Florencio Gómez distinguidos
aficionados que con su desmedida afición a la incomparable fiesta de toros
honran a España madre de esta sin igual fiesta nacional. Antonio García
“Maravilla”. 19/1/1934. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Contaba mi abuelo Florencio
Gómez Núñez sobre “Maravilla”: “Fue un
torero de gran variedad y extenso repertorio. Entendía muy bien a los toros que
le tocaban en suerte y les aplicaba la lidia debida de acuerdo a sus
condiciones. Era muy valiente y poderoso. Cuando se compenetraba con el toro,
lograba faenas de excelente factura y calidad. Era simpático y muy amable en el
trato”.
Vinieron a Venezuela, tres
magníficos subalternos acompañado al diestro Antonio García “Maravilla”: Ginés
Hernández “Ginesillo”, Eladio Amorós (hermano de Pepe) y Manuel Galea,
banderillero valenciano, íntimo amigo del infortunado Manuel Granero, quien
había actuado en la cuadrilla de Manuel Báez “Litri” hasta su muerte en 1926 y
años más tarde, sirvió bajó las órdenes de “Maravilla”.
Para esa temporada trajeron
los hermanos Gómez Núñez, ejemplares de la ganadería española de García
Pedrajas (Parladé), divisa blanco y encarnado, jugándose además reses venezolanas
de “La Providencia”, divisa gualda y rojo”.
El Diario “La Esfera”, del
14 de enero de 1934, señaló sobre los toreros participantes en la Feria de
Maracay, lo siguiente:
“Nicanor
Villalta, Manolo Bienvenida y Antonio García “Maravilla”, alternaron en la
corrida de Beneficencia en Madrid, de modo que vamos a ver el mismo cartel de
la célebre corrida el próximo día 21 en Maracay. A ver que otra plaza de
América puede presumir de tanto postín”.
(Diario “La Esfera”, 14 de enero de 1934).
Antonio García “Maravilla”,
actuó en la segunda y tercera corrida de la Feria de Maracay (Venezuela). En la
segunda corrida, celebrada el sábado 20 de enero de 1934, toreó con Nicanor
Villalta y Pepe Bienvenida. Se lidiaron tres toros de la ganadería española de
García Pedrajas y tres reses de la ganadería de “La Providencia” de los
hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez. El despejo lo realizó el
rejoneador español Miguel Cuchet montando a la jaca “La Cabrera” que la había
traído de España don Antonio Cañero para mi abuelo Florencio.
Los toros cumplieron, siendo
un encierro muy difícil para los toreros. Antonio García “Maravilla”, no se
acopló a las embestidas de sus toros y corrió con el peor lote, sin lograr el
triunfo anhelado por los aficionados. Estuvo valiente y decidido realizando
algunos desplantes temerarios de rodillas, dando la espalda al toro. En líneas
generales, los toros de “La Providencia” salieron bravos y manejables, en
cambio los de la ganadería española de García Pedrajas resultaron sosos y descastados.
Nicanor Villalta y Pepe
Bienvenida cortaron, cada uno, una oreja.
A continuación la crónica
del festejo sobre la actuación de Antonio García “Maravilla”, publicada
en el periódico “El Nuevo Diario”, 21 de enero de 1934:
“A las cuatro en punto ocupa el palco
presidencial el Benemérito General Juan Vicente Gómez, acompañado de su
familia, y cuerpo de edecanes. El Primer Magistrado de la Nación tiene en
brazos por breves momentos a una de sus nietecitas, ataviada con traje de maja
española y el público, puesto en pié, le tributa con sus aplausos un cariñoso homenaje.
Suena
un precioso pasodoble y aparece al frente de las cuadrillas el profesor de
equitación D. Miguel Cuchet, montando una preciosa jaca, propiedad del Sr.
Florencio Gómez. El público tributa al excelente jinete una ovación, que hace
extensiva a “Maravilla”, recordando sus faenas de Caracas.
A su
primer astado, Antonio García “Maravilla” le propina unos lances que se
aplauden. Ginés y Galea parean, como siempre, bien y breves. “Maravilla”,
comienza con pases de tanteo y después se estira en algunos muletazos grandes
que el público jalea. El diestro de Los Madriles está rabioso de valiente,
obligando al toro a que tome la muleta; se arrodilla y le hace pasar cogiéndole
un pitón. Sigue de rodillas y da la espalda al toro. Aprovecha la primera igualada
para dejar media ligeramente caída que tumba. Ovación y saludo desde el tercio.
Antonio
García “Maravilla” perfilándose para entrar a matar en la Maestranza de Maracay
en 1934. Al fondo, se aprecia al General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República
de Venezuela, observando la corrida en compañía de su hijo Florencio en el
Palco con los capotes de paseo de los toreros actuantes. (Archivo: Hnos. Dupouy
Gómez).
Al
sexto y último de la tarde, “Maravilla” lucha a brazo partido con el morucho y
le saca tres lances buenos que se aplauden. El toro pone a todo el mundo a
andar de cabeza. Se cuela más que el café, arranca para el lado contrario en
que se le cita, se va al bulto y casi tira los cuernos.
“Maravilla”
voluntarioso nada puede hacer por fijar al cornúpeta, pero, sin embargo, le
saca tres pases por alto, por el lado derecho muy buenos. En la primera
igualada aprovecha Antonio García, para dejar media bien puesta, sin dejar
pasar el toro. Un pinchazo hondo que hace daño y descabella al segundo empujón.
Palmas fuertes.
(Niño del Postigo. Periódico “El Nuevo
Diario”, 21 de enero de 1934).
El día 21 de enero de 1934,
en la tercera y última corrida de Feria, repitieron Villalta y “Maravilla” con
Manolito Bienvenida. Se lidiaron nuevamente tres toros de la ganadería española
de García Pedrajas en combinación con tres toros de “La Providencia” de los
hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez. El triunfador de la corrida fue
Manolo Bienvenida quien logró una faena artística y meritoria por su entrega y
valor ante su primer toro de “La Providencia” al que le cortó una oreja y el
rabo, pedido por insistencia del público, que fue rechazado por el mismo
diestro al considerarlo demasiado.
Antonio García “Maravilla”, estuvo
con el santo de espaldas. No por falta de valor ni de arte, sino por las
condiciones imposibles del ganado que le correspondió. El mejor de sus dos toros
fue el de “La Providencia”, al que pudo sacarle mayor partido.
El 4 de febrero de 1934,
Antonio García “Maravilla”, participó en un festival a beneficio del diestro
Juan Luis de la Rosa, compartiendo cartel con el venezolano Julio Mendoza, en
el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela).
El domingo 19 de abril
de1934, en Arlés (Francia), consiguió un gran triunfo al cortar a sus dos toros,
las dos orejas y el rabo, saliendo a hombros de la plaza, después de realizar unas
magníficas faenas con la muleta, pletóricas de temple y de dominio, que culminó
superiormente con certeras estocadas a volapié.
Antonio García “Maravilla” en las
portadas de “Madrid Taurino”.
(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
“Maravilla” demostró ser un
artista muy puro. A su figura siempre le imprimía una armonía y plasticidad
perfecta. Toreando de capa y muleta transmitía mucha emoción. Su toreo era
elegante y personalísimo. Acertado y artista en el adorno y en la filigrana. De
seguro dominio e indudable maestría en el momento de enfrentarse con el toro
difícil.
Sus faenas de muleta fueron
un compendio del auténtico arte de torear, porque unas veces aparecía el torero
sabio, dominador y enterado, y en otras, cuando apretaba el toro con nervio y
bravura, surgía su torero alegre y vistoso, con una gracia innata en los
movimientos.
Decía un conocido crítico
taurino: “Maravilla” como se dice
corrientemente, se mete al público en el bolsillo, porque sabe conquistarle con
el atractivo irresistible de su arte magnífico, es un torero que se impone por
el sello personal de su arte. Hay artistas que necesitan varias actuaciones
para entrar en el público y otros que se hacen dueños del público en la primera
actuación. Son éstos los elegidos, los señalados por el dedo invisible de la
gloria, y a este grupo pertenece Antonio García “Maravilla”.
El 15 de julio de 1934, en
Pamplona (España), cortó una oreja y fue contusionado. Se lidiaron ocho toros
de García Natera (García Pedrajas). Alternó junto a “Carnicerito de México”,
que cortó una oreja; Florentino Ballesteros (hijo) y Félix Colomo.
“Maravilla”,
demostrando su gran valor y entrega en Pamplona, España. Año 1934. (Archivo:
Hnos. Dupouy Gómez).
En el año 1934, llegó a
torear unas 17 corridas en el viejo continente. El 25 de noviembre de 1934,
Antonio García “Maravilla” debutó en México, en la plaza de “El Toreo”, en
compañía de Jesús Solórzano y Lorenzo Garza, ante reses de Zotoluca. Estuvo
durante el invierno en México en 1934, toreando 3 corridas en la plaza de toros
de “El Toreo” y 13 en distintas ciudades mexicanas.
El 8 de septiembre de 1935,
en Benavente (Zamora), Antonio García “Maravilla” alternó en un mano a mano con
Félix Colomo. “Maravilla”, en su primer toro, fue ovacionado, en su segundo,
cortó una oreja y en su tercero, quinto toro de la tarde de don Alipio Pérez Tabernero,
estuvo fenomenal, levantando al público de sus asientos, realizando una colosal
faena que fue premiada con las dos oreja, el rabo y una pata. Su compañero
Colomo, cortó tres orejas, saliendo ambos diestros a hombros de la plaza.
“Maravilla” toreó la
temporada de 1935, unas 15 corridas.
El 19 de enero de 1936,
Antonio García “Maravilla” triunfó en Casablanca (Marruecos), lidiando toros de
Villamarta. En publicación del diario ABC, el 14 de abril de 1936, se anunció que “Maravilla” fue contratado para torear 15
corridas en París (Francia),
luego de haberse concedido un permiso especial.
En 1936 se presentó en el
Palacio de la Música de Madrid, la segunda versión de la película española “Currito
de la Cruz”, editada por E.C.E., donde Antonio García “Maravilla”, por su gran
popularidad y atractivo, fue protagonista junto a los actores Antoñito Vico,
Elisa Ruiz, Eduardo Pedrote, José Rivero, Ana R. Leyva, Carmen Viance y otros
artistas. El guión y la dirección de la película, estuvo a cargo de Fernando
Delgado y la obra de Alejandro Pérez Lugín. Esta segunda versión fue realizada
por primera vez con sonido ya que la primera película de 1925 era silente.
A
la izquierda: El diestro madrileño “Maravilla” en pose muy torera. (Archivo:
Hnos. Dupouy Gómez). A la derecha: Cartel de la película “Currito de la Cruz”,
protagonizada por Antonio García “Maravilla” en 1936.
Antonio García “Maravilla” fue
vice-presidente de la Asociación de Matadores de Toros y Novillos de España el
año 1936, cuando el conflicto taurino hispano-mexicano. El presidente fue
Marcial Lalanda, el presidente suplente: Antonio Posada, y el secretario: Diego
Mazquiarán “Fortuna”.
Asociación
de Matadores de Toros y Novillos de España el año 1936. De izquierda a derecha:
Antonio García “Maravilla”, Marcial Lalanda, Diego Mazquiarán “Fortuna” y
Antonio Posada. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Toreó las siguientes
corridas: 7 (1936), 15 (1937), 9 (1938), 9 (1939) y 2 (1940).
El 25 de junio de 1939, en
la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, “Maravilla” fue el héroe
en una tarde muy lluviosa. Se mostró voluntarioso, artista y con mucho arrojo.
Cortó dos orejas, una a cada toro, siendo el triunfador de la tarde, saliendo
por la Puerta Grande. Alternó con Victoriano de La Serna y Joaquín Rodríguez
“Cagancho”. Los astados pertenecieron a la ganadería de don Antonio Pérez de
San Fernando.
En enero de 1940, Antonio
García “Maravilla” vino a Venezuela, contratado por el empresario don Andrés
Gago, participando en tres corridas de toros en el Nuevo Circo de Caracas. La
primera de ellas, el 14 de enero de 1940, en un mano a mano con Manuel Jiménez
“Chicuelo”. Los toros del Marqués de Villamarta, no permitieron el lucimiento
de los diestros. La segunda, el 11 de febrero de 1940, compartiendo cartel con Joaquín
Rodríguez “Cagancho” y Jaime Pericás. Los astados pertenecieron a la ganadería
del Conde de Santa Coloma. “Maravilla”, en su primero, al realizar un quite por
verónicas con el capote, fue cogido en forma impresionante por el escroto y lanzado
contra el burladero, recibiendo una cornada de 12 centímetros de extensión y un
varetazo corrido en la región inguinal. Fue curado en la enfermería y salió
nuevamente a la plaza con pantalón de paisano para lidiar a su último enemigo.
Esa tarde “Cagancho” cortó una oreja y rabo a su segundo toro y Pericás,
también a su segundo, le cortó una oreja siendo muy ovacionado.
Impresionante
momento de la cornada de Antonio García “Maravilla”, siendo lanzado contra el
burladero, en el Nuevo Circo de Caracas, el 11 de febrero de 1940. Foto: J. Albanez.
(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
“Maravilla” toreó una
tercera tarde en el Nuevo Circo de Caracas, el 3 de marzo de 1940, en un mano a
mano con Jaime Pericás, pero los toros no resultaron buenos para el lucimiento
de los alternantes.
En el año 1940 toreó 2
corridas de toros en España; el 21 de mayo en Ronda y el 2 de junio en Madrid.
Su última presentación en
Madrid fue el 9 de abril de 1944, resultando herido. Toreó un festival en
Valdemorillo, el 11 de febrero de 1945, junto a “Morenito de Talavera” y Mata,
ante reses de Tolosa. Néstor Luján, en su libro “Historia del Toreo” expresó
sobre “Maravilla”: “Ha sido un torero
extenso, de ánimo desigual, muy artista y sabedor de la lidia de los toros”.
Posteriormente, Antonio
García “Maravilla”, trabajó como empresario taurino en la plaza de toros de
Vista Alegre en Carabanchel y de la plaza de toros de San Sebastián de los
Reyes en Madrid, hasta comienzos de los años setenta. Fue apoderado del maestro
Andrés Vázquez en sus inicios.
“Maravilla”, falleció a los
77 años de edad, el 11 de junio de 1988, en Fuengirola, Málaga (España).
El 25 de mayo de 2016,
coincidiendo con la IV Edición de TOURISFILM (Jornadas de Turismo e Industria
Audiovisual), se estableció entre los galardones que concede en cada edición,
la creación del Premio Taurino Antonio
García “Maravilla” en homenaje a su recuerdo. En su primera edición fue
concedido el Premio a la Escuela Taurina de Madrid.
Indiscutiblemente, Antonio García “Maravilla” bien merece este recuerdo por su digna trayectoria
profesional que inició desde muy niño con la firme ilusión de convertirse en
figura del toreo. En el barrio madrileño de Maravillas vino al mundo un día para
demostrarle a la afición que como torero, hizo honor a su apodo ¡Maravilla!
Rafael Dupouy Gómez