(Por Rafael Dupouy Gómez)
En la foto, un extraordinario natural de
Antonio Chenel “Antoñete” con dedicatoria a los nietos de don Florencio Gómez
Núñez, los hermanos Juan Florencio, Rafael y Miguel Dupouy Gómez en Maracay, Venezuela. Año 1993. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El maestro “Antoñete”, siempre fue un hombre agradecido de Venezuela,
patria generosa que lo recibió con los brazos abiertos, donde cosechó grandes
amistades.
Revisando nuestra videoteca taurina, encontramos una sencilla y oportuna
entrevista que realizó el periodista Felo Giménez al maestro Antonio Chenel
“Antoñete” en 1985.
El motivo de la entrevista trataba sobre la despedida de “Antoñete” en el
Nuevo Circo de Caracas (Venezuela), país que le impulsó a tomar nuevos aires, a
pesar de su avanzada edad como matador de toros, para que pudiera plasmar para
la posteridad su exquisito arte, su sobrio clasicismo, su pureza, seriedad,
técnica, señorío y valor indiscutible, porque “Antoñete” llevaba el toreo por
dentro y lo transmitía en su máxima expresión, marcando una época y un espacio
muy especial en la historia taurina mundial.
Durante su permanencia en Venezuela, recordaba el maestro, su entrañable
amistad con los ganaderos Marcos Branger y su señora Maribel que tanto le
ayudaron en el duro batallar de su carrera, apoyándole siempre en la ganadería
“Tarapío”.
Tanto quería a nuestra patria el maestro del mechón blanco, que desde el
año 1977, pasaba los veranos en España y los inviernos en Venezuela.
Tuve la fortuna de verle torear en varias ocasiones. Recuerdo la última de
ellas en un festival realizado, el 19 de noviembre de 2000 en la Maestranza de
Maracay, actuando con José Ortega Cano y Morenito de Maracay. “Antoñete”,
después de deleitarnos con algunas pinceladas de su buen toreo, se perfiló para
matar y el toro le propinó una fuerte voltereta. Pensé que la suerte del
maestro era la peor. Le pude ver pálido, angustiado, faltándole el aire, cuando
era conducido a la enfermería de la plaza. Luego, al concluir el festival, nos
dirigimos al hotel “Pipo” de Maracay y encontré al maestro muy triste y serio,
esperando dentro de la camioneta de su amiga Maribel y de su hijo Vicente
Branger. Logré asomarme por la ventana y le pregunté al maestro como se sentía,
él agradeció mi preocupación por su estado de salud con una vergüenza torera
que quedó grabada en mi mente. Parecía presentir el final de su gloriosa
carrera.
Creo que esa fue la última vez que “Antoñete” toreó en Venezuela.
Lamentablemente, su adicción al cigarrillo terminó mermando su capacidad
pulmonar. Cada vez respiraba con mayor dificultad y su salud se deterioraba sin
poder remediar el daño que ya estaba hecho. Falleció el 22 de octubre de 2011.
He querido compartir este video con los aficionados taurinos, porque se refleja el sentimiento y la hidalguía de una gran figura del toreo
que amó y dejó una profunda huella en Venezuela de amistad, cariño y respeto.
¡Descanse en paz Maestro!
Puede disfrutar el video de Antonio Chenel "Antoñete".
Rafael Dupouy Gómez
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