(Por: Rafael Dupouy Gómez)
Monseñor Bernardo Antonio Heredia Arroyo, su pasión taurina le llevó a lanzarle emocionado su teja sacerdotal a nuestra máxima figura del toreo César Girón en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela, el 9 de diciembre de 1962. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
En esta oportunidad, durante la Semana Santa, aprovecho la ocasión
para recordar a un sacerdote que fue un gran aficionado taurino, me refiero a Monseñor
Bernardo Heredia, quien siempre se destacó como un apasionado admirador de nuestra máxima
figura del toreo César Girón.
Era muy frecuente verlo acudir a las plazas de toros, especialmente, al Nuevo Circo de Caracas, ya que había sido nombrado Capellán de
todos los cosos taurinos del país.
Monseñor Bernardo Heredia cultivó una buena amistad con mi abuelo
Florencio Gómez Núñez. Vienen a mi memoria sus encuentros en las corridas de
toros con él, siendo yo un niño, acompañado de mi madre y hermanos.
En Caracas, siendo Monseñor Heredia el sacerdote de la Iglesia Parroquial
del Inmaculado Corazón de María en El Rosal, fue quien ofició la boda de mi
madre Rosa Elena Gómez Arráiz con mi padre Hernán Dupouy Yanes, el 19 de
octubre de 1961.
Como dato curioso, Monseñor Bernardo Heredia también fue quien bautizó a mis hermanos y a mí en la misma Iglesia. Yo digo que sus bendiciones fueron además de cristianas, taurinas, porque los tres hermanos somos buenos aficionados, defensores de la Fiesta Brava, gracias a lo que heredamos de las enseñanzas de nuestro querido abuelo Florencio, a quien Dios tenga en su Gloria.
Florencio Gómez Núñez en compañía de Monseñor Bernardo Heredia. Caracas, Venezuela. Año 1961. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Monseñor
Bernardo Heredia saludando cariñosamente a César Girón en el Nuevo Circo de
Caracas, Venezuela. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Comparto con los amables lectores de nuestros archivos, una interesante
entrevista a Monseñor Bernardo Heredia, que fue publicada en el semanario
taurino "El Ruedo", de España, el 9 de junio de 1970:
El sacerdote venezolano Monseñor Bernardo Heredia, posando frente a la plaza de toros Monumental de las Ventas de Madrid, ante el monumento dedicado al gran científico Alexander Fleming, quien descubrió la penicilina. Un símbolo que aúna el auxilio espiritual y el físico. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
MONSEÑOR
HEREDIA UN “DON CAMILO EN TAUROMAQUIA”
UN CURA
DE VENEZUELA QUE HACE APOSTOLADO EN LA PLAZA
“DIOS
TAMBIÉN TIENE ASIENTO EN LOS TENDIDOS”
“ERA TAN BUENO LO QUE SUCEDIÓ EN EL RUEDO QUE NO TUVE MÁS REMEDIO QUE ECHAR MI TEJA A DOS TOREROS TRAS CONSUMAR SU FAENA”
Lo de usted, reverendo padre Bernardo Antonio Heredia Arroyo, de nombres y apellidos claramente hispanos, es grave. Lo de usted, Monseñor Heredia, apellido español y calé, es para nota. Ahí es nada; un cura tradicional en su tierra, que a la hora de retirarse al descanso con la tradicional sotana ante el Cristo de su parroquia del Inmaculado Corazón de María de El Rosal se marca unos lances y tal cual pase, es para nota. Y más cuando al Señor le pide su complacencia. Es decir, cuando le solicita la oreja que, en su misión de magisterio divino, se está ganando cada día. Y más importante, estoy seguro de que Cristo Nuestro Señor se la concede. Por lo uno y por lo otro. Por lo de la parroquia y por lo de la calle. Por su magisterio en los Estados venezolanos y por su ejecutoria en el mundo fuera de sus fronteras nacionales. Lo de usted, reverendo padre, Monseñor Heredia, es grave, además, por haberse encontrado con este periodista, en compincheo con la familia Navarro, que ya conoce usted, ya que le ha de comparar con don Camilo, el cura de Guareschi que marcaba gol desde la esquina del evangelio.
Y usted, don Bernardo Antonio Heredia Arroyo, perdone la manera de
señalar, me lo explica. Y si no, no haberme dicho que usted mismo con su sotana
y todo echó su teja al redondel para reafirmar la faena de un torero.
¡Desmiéntalo o afírmelo!
Pues, sí. Me gustó tanto la faena, que estando en la plaza con mi uniforme, la tradicional sotana que allá no me quito, me sumé al entusiasmo popular con el arrojo de prendas y también contribuí arrojando mi humilde teja.
¿Quiénes fueron esos toreros que merecieron su entusiasta
bendición...taurina?
Lorenzo Garza en una memorable tarde que enjaretó treinta naturales en la Maestranza de Maracay y otra buena actuación de César Girón en el Nuevo Circo de Caracas.
Una sensacional vuelta al ruedo que en fotografía dio la vuelta al mundo, remitida por las agencias cablegráficas: César Girón con la teja sacerdotal de un notable aficionado venezolano, Monseñor Bernardo Heredia, quien la había lanzado cuando el torero iniciaba una vuelta al ruedo en el Nuevo Circo de Caracas, el 9 de diciembre de 1962, tarde en que concedió la alternativa al venezolano Alfredo Sánchez con el colombiano Pepe Cáceres de testigo. Aparece al lado de César Girón, el muy querido y recordado banderillero venezolano Pedro Arias, quien ya retirado, se destacó como un excelente fotógrafo taurino y deportivo. Foto: Villa. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
MONSEÑOR HEREDIA EN ESPAÑA
Pero bueno, Monseñor Heredia está en España, en Madrid. De aquí la
pregunta:
¿Reverendo padre, qué hace usted en España en la Feria de Madrid?
Este año hago, simplemente, escala. No obstante, desde hace catorce no
falto al serial de la Feria de San Isidro. Lo de hogaño no me ha privado de
estar en Las Ventas durante ocho funciones. Lo de este año me facilitó estar en
sitio el haber sido invitado a la inauguración la línea aérea VIASA, con
origen en Caracas y destino Beirut, con escalas en Madrid y Roma.
Una pausa que facilitó mis ansias. Y ya está el taurino cura en Madrid viéndose hasta ocho corridas de toros del más importante serial español. Esta
vez, en los viajes, viste de "clergyman". No lleva teja. Ni sombrero…, ni
siquiera paraguas como el conocido padre Brown, que inventó Chesterton, para
arrojar a los toreros. ¿O se deschaquetó, entusiasmado por la faena?
CRISIS TAURINA
Tuve motivos de ver, analizar y aprender. Estimo
que en España existen toreros cualificados. También en las otras Españas
americanas. Pero si en la plaza no existen toros es imposible cualificar a los
toreros. Por mucha fuerza que tenga su leyenda.
Cualquiera lleva la contraria a Monseñor Heredia. Si uno le contradice
se expone a ser excomulgado. Y lo peor es que uno está de acuerdo con don Bernardo
Antonio etcétera, en todo.
Entonces, si la crisis taurina existe, ¿dónde la centra?
Faltan toros. Ante esta escasez no se puede honradamente calibrar a los toreros. La Fiesta de ustedes y nuestra es la conjunción de TORO y TORERO. Si falta uno u otro no se puede cualificar. Han de estar ambos en el ruedo. Toros para toreros; novillos para novilleros y becerros para becerristas. Sin que a nadie se le escape el detalle. Ni a presidentes, aficionados ni a quienes quieren aprender en la plaza de toros y fuera de ella.
¿Anda la Fiesta por derecho?
La mantiene una figura, creo que en España y en América, que se llama "El
Cordobés". Estamos en el momento propicio que surja otra. No deseo entrar en la
ortodoxia de Benítez. Pero salvó y está salvando una época, como fue
providencial "Manolete" y antes Joselito y Juan Belmonte, por citar toreros españoles, sin
olvidar a Pepe Luis Vázquez y los mexicanos Carlos Arruza, Silverio Pérez y tantos otros...
PERIODISTA
El curita, nuestro opositor de hoy, es maestro de periodistas.
¿Por qué, reverendo padre?
Yo no he dicho que sea maestro de periodistas. Tengo mi experiencia y
en la actualidad, al margen de mi apostolado, ostento el cargo de director de
administración y relaciones públicas del diario "La Religión". Un periódico de
información general y no exclusivamente monográfico. Un diario que en estos
días cumple sus ochenta años de vida. Se edita en Caracas. También tengo a mi
cargo dos emisoras de radio con amplia audiencia en Venezuela y sede en
Valencia del Rey.
"CURRICULUM"
Lo de Monseñor Heredia es grave. ¡Por Dios, si lo he dicho no sé cuántas
veces! Cura y aficionado a los toros. La de beatas que le descalificarán
viéndole echar su teja al albero cuando la faena del torero lo mereció. Y más,
si le sorprende a hora de vísperas o maitines realizando unos lances o
irnos muletazos ante el Cristo de la parroquia, solicitando de nuestro Señor la
vuelta al ruedo.
El sacerdote venezolano, Monseñor Bernardo Heredia, en compañía de su madre, pasea por Madrid,
antes de su regreso a Caracas. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Nací, hace cincuenta y cinco años, en Nirgua, Estado de Yaracuy (Venezuela). Hice mis estudios primarios en Valencia del Rey y los mayores en el colegio interdiocesano de los padres jesuitas de Caracas. Tomé la alternativa ante Dios (Perdón, el símil lo inventa el periodista) el 11 de junio de 1937, que fue la fecha gloriosa en que oficié en mi primera misa. En esta misma fecha empecé a ver corridas de toros sin esconderme, pues a los eclesiásticos nos estaba prohibido.
Ahora soy capellán de las plazas de toros de Caracas, Maracay y Valencia del Rey y en las andinas de Mérida y San Cristóbal.
No cobro sueldo por la capellanía. Renuncié al que las autoridades
quisieron atribuir. Es un apostolado más que lo ejerzo por vocación. Aunque
Dios me tenga que perdonar un egoísmo personal, toda vez que la obligación de
estar en la plaza me depara la oportunidad de presenciar y disfrutar del
espectáculo y también estar rezando por lo que más me gusta.
Mañana, sábado, partirá, en
compañía de su madre, para Caracas, hoy, viernes, se ha visto defraudado por la
suspensión de la decimosexta función de la isidrada.
Me lo imagino, tras sus oraciones nocturnas, ensayando la mejor verónica
y el más superior natural ante el Cristo que preside su dormitorio. Y su rezo
en esta particular noche, cuando las fiestas del Santo Isidro, Patrón de
Madrid, no han finalizado, será, más o menos:
¡Señor, bendice a los toreros, que torean así, así y así...! Señor, ¿me
concederás el trofeo de tu gloria? ¡Por lo menos, concédeselo a ellos. Toreen
acá o allá … Todas son Tus plazas! ... ¡Señor!
Escribe: NACHO.
Entrevista publicada en el semanario taurino “El Ruedo”, de España, el
9 de junio de 1970. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Monseñor
Bernardo Heredia en compañía de nuestro gran maestro César Girón, en la llamada
"Semana César Girón", del 20 al 27 de marzo de 1966, con motivo de su
despedida. Las Peñas Taurinas le rindieron diversos homenajes. (Archivo: Hnos.
Dupouy Gómez).
César Girón saludando con cariño a su amigo Monseñor Bernardo Heredia en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela, el 27 de marzo de 1966. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Monseñor Bernardo Heredia, nació el 20 de mayo de 1915, en Nirgua, Estado
Yaracuy; sus padres fueron doña Ana Belén Arroyo de Heredia y Don Antonio María
Heredia Rodríguez. Comenzó como monaguillo en Nirgua, luego se ordenó de
sacerdote el 11 de julio de 1937, y el 16 de julio de 1938 ocurrió su
nombramiento de Párroco de la Parroquia San José de Valencia.
El 18 de diciembre de 1940, fue autorizado por el Obispo Gregorio Adam a
transmitir la Homilía Dominical por la Radio "Voz de Carabobo", a las
10:30 de la mañana, dado que era además locutor. Luego, El 24 de enero 1942,
fue nombrado cura vicario de su pueblo natal en Nirgua, Estado Yaracuy. El 22
de marzo de 1942, el Obispo Adam le autorizó fundar una "Página
Católica" en el periódico "El Carabobeño".
Monseñor Bernardo Heredia en compañía de don Juan Ernesto Branger y César Girón. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El 11 de diciembre de 1946, estalló un intento de golpe de estado, encabezado por el mayor de la aviación Carlos Maldonado Peña, en Maracay, y el mayor Juan Pérez Jiménez (hermano de Marcos Pérez Jiménez) en Valencia, y el presbiterio Bernardo Heredia tomó parte activa en el alzamiento. Lo acusaban por haber hablado en la radio y por prestar su jeep, él de acuerdo con el Obispo Gregorio Adam; posteriormente, salió en libertad el 9 de enero de 1947, concediéndosele una licencia para el Hospital de San Juan de Los Morros.
Más tarde, desde la Iglesia de San Agustín, en Guacara, Estado Carabobo, Monseñor
Heredia, tuvo la idea de fundar la emisora "Radio América" YVLW 890
kc/s, junto al locutor y taurino Manolo Fachín Deboni (co-propietario), el 23 de
marzo de 1953; inaugurándola el 11 de abril del mismo año. Con el correr del
tiempo, Monseñor Heredia fundó el "Diario de Valencia" en 1955, junto
al Dr. Alfredo Celis Pérez, donde ambos fueron columnistas y editorialistas. En
1957, Monseñor Heredia se estableció en la Parroquia Inmaculado Corazón de
María en El Rosal (Caracas). Desde 1961 fue director de administración y
relaciones públicas del diario "La Religión".
En el Nuevo
Circo de Caracas, Venezuela, aparecen los buenos aficionados: Don Santiago
Duarte, fundador de la revista "Toros y Deportes", Monseñor
Bernardo Heredia, Marcelino García "Serruti II", cronista taurino del
diario "La Religión", Alejandro Arratia Osses y don Carlos Salas. Foto:
Obertein. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Don Antonio Aragón en el uso de la palabra, destacando de izquierda a derecha: Monseñor Bernardo Heredia, don Santiago Duarte Bueno, el doctor Pepe Cabello, don Juan Ernesto Branger, Marcos Branger, Felo Jiménez, el diestro Joselito Torres, Maribel de Branger con su madre y a su lado, el matador "Luis de Aragua". (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Monseñor Heredia fue designado Capellán del Palacio de Miraflores
durante el primer gobierno de Rafael Caldera (1969-1974), y también fue
Capellán del Deporte, asimismo Capellán de todas las plazas de toros del país,
en las cuales se le veía frecuentemente siendo ovacionado más de una vez.
Además, fundó a Radio Metropolitana 1550 AM, el 11 de abril de 1984 y 97.1 FM, el
27 de julio de 1994, ambas en la ciudad de Los Teques, Capital del Estado
Miranda.
Monseñor Heredia murió en la ciudad de Caracas, el 22 de mayo de 1998, y
el 24 de mayo fueron sepultados sus restos mortales, a los pies del baptisterio
de la Iglesia Parroquial de San Agustín de Guacara, Estado Carabobo. En su lápida quedó escrito:
"Pude caminar descalzo por la vida porque no sembré espina".
(Semblanza de Monseñor Bernardo Heredia, publicada en el diario "El Carabobeño" por Gabriel Gómez).
La ganadera Maribel de Branger con sus hijos y don Juan Ernesto Branger, presenciando una corrida de toros en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela. Podemos ver en el Palco a Monseñor Bernardo Heredia, como siempre, aficionado especial. Foto: Moreno. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Disfrutando una amena tertulia taurina en Caracas, Venezuela. De izquierda a derecha: Monseñor Jósé Alí Lebrún, don Juan Ernesto Branger, el doctor Pepe Cabello, doña María Luisa de Branger, Marcos Branger, la señora madre de la ganadera, Maribel de Branger y Monseñor Bernardo Heredia. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Monseñor
Bernardo Heredia, oficiando una misa funeral por los toreros en Caracas,
Venezuela. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Este
artículo taurino lo dedico con mucho cariño a la memoria de Monseñor Bernardo Heredia, sin duda,
un aficionado taurino de excepción.
Rafael Dupouy Gómez.