(Por: Rafael Dupouy Gómez)
César Girón, orgulloso de su triunfo, dando la vuelta al ruedo con las
dos orejas y el rabo en la Maestranza de Sevilla. Año 1954. (Archivo: Hnos.
Dupouy Gómez).
El año de la absoluta consagración del venezolano
César Girón como torero fue en la temporada de 1954, logrando uno de los
acontecimientos más impresionantes, cortar las dos orejas y el rabo a un toro
en la Feria de Sevilla, el 27 de abril de 1954, y volver a repetir tal
hazaña en la Real Maestranza sevillana, el 29 de abril de ese mismo año, al
cortar, nuevamente, las dos orejas y el rabo en un tiempo récord de 48 horas de
diferencia.
Nuestro gran César Girón, orgullo de Venezuela, hizo
historia convirtiéndose en el único matador de toros en lograrlo en una misma
Feria de abril de Sevilla, algo que resulta épico y sumamente difícil de
conquistar.
Luego de haber disfrutado por televisión, la magistral faena de José
Antonio "Morante de la Puebla", el 26 de abril de 2023, al cortar dos
orejas y rabo, al toro "Ligerito" de Domingo Hernández, me pareció
muy oportuna la ocasión, de traer a la memoria, aquellas dos tardes gloriosas
de César Girón, máxima figura del toreo venezolano y en su momento del mundo
entero, realizadas el 27 y 29 de abril de 1954 en la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla.
Comparto con los amables lectores, las crónicas
publicadas por el Semanario Taurino "El Ruedo", catalogándolo como "El
gran suceso jamás registrado en la Real Maestranza de Sevilla":
El venezolano César Girón, protagonista del gran suceso jamás registrado en la Real Maestranza de Sevilla, cortando cuatro orejas y dos rabos en una misma Feria, el 27 y 29 de abril de 1954. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
César Girón, en tres toros, ha cortado cuatro orejas y dos rabos. No es grano de anís este balance. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
LA PRIMERA CORRIDA DE LA FERIA
Día 27 de abril de 1954: Cuatro toros de Manuel Sánchez Cobaleda y dos de Guardiola para Manolo Vázquez, César Girón y Pedro Martínez, "Pedrés".
César Girón hizo estallar la primera bomba de la Feria, como dice el cronista taurino "Barico". Un bello momento de la faena. (Archivo: Hnos. Dupouy
Gómez).
Manolo Vázquez tuvo que entendérsele primeramente con un toro bravo y
sin fuerza, al que por esta causa de poco poder equivocó la faena. No toreó
mal, ni mucho menos, el muchacho; pero toreó poco. Dio naturales y muletazos
por bajo excelentes y se quedó corto en la medida de su labor. El toro
llegó "crudo" a la hora final, y por ello no lució como se pedía
esperar la labor de Manolo Vázquez, porque si bien es verdad que sólo entró a
matar una vez y acertó el descabello al primer intento, entre la estocada y la
caída del toro medió bastante tiempo. Y así, hubo división de opiniones cuando
todo debieron ser aplausos. En el cuarto, Manolo Vázquez no estuvo
Un soberbio pase natural de Manolo Vázquez. (Archivo: Hnos. Dupouy
Gómez).
EL VENEZOLANO CÉSAR GIRÓN
Un pase natural del venezolano César Girón que esta poniendo de actualidad la frase "O César o nada". (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
La lidia del segundo fue una sucesión de ovaciones dedicadas a César
Girón. El toro, que de salida hirió al peón Agudo, fue lanceado a la verónica
por Girón, con mucha gracia y temple. Con dos varas pasó a banderillas. El
venezolano clavó primeramente medio par, prendió luego uno superior y cerró con
uno, arrancando del estribo, francamente soberbio. La faena, brindada al
público, la inició con tres ayudados por alto, uno de pecho, tres en redondo,
uno cambiándose la muleta por la espalda y otro de pecho, que provocaron
ovaciones entusiastas y obligaron a la banda a intervenir con una de las piezas
de su "brillante repertorio". Templando mucho, dio seis naturales y
uno de pecho que fueron coreados con oles. Siguió, inspiradísimo, con
giraldillas de rodillas y otros de pecho, y como mató de un estoconazo entrando
a toda ley, cortó las dos orejas y el rabo y dio dos vueltas al ruedo. Allí, en
aquel segundo toro, hizo explosión la primera bomba de la Feria.
El "Litri" estuvo presente en el tendido en esta tarde de Feria. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Al quinto, el mayor de la corrida, lo muleteó César Girón con precauciones por la
cara y lo mató de un metisaca y una estocada.
Arrastrado el sexto, dos "capitalistas" forcejearon con Girón,
al que pretendían sacar a hombros; Girón, que se negó enérgicamente a que se
hiciera tal cosa, fue despedido con muchísimos aplausos.
"Pedrés" hizo una gran faena al tercero. El bicho llegó con
muy poco gas al último tercio; pero "Pedrés", a fuerza de exponer
mucho y de torear con un temple extraordinario, tirando siempre del toro y
encelándole con el cuerpo, logró tandas de naturales y en redondo realmente
magníficas. La faena, amenizada por la música, fue perfecta. No faltó en ella
la "pedresina", ejecutada de modo emocionante. Hubo pases de pecho
excepcionales y otros por bajo muy buenos. Mató de un pinchazo, media y el
descabello al primer intento. Fue ovacionado y dio la vuelta al ruedo. En el
sexto se limitó a hacerle cuadrar, para media estocada, un pinchazo y el
descabello al primer intento.
Pedro Martínez "Pedrés" porfió con sus toros para hacer faena. Aquí le vemos iniciar el pase de pecho a un toro tardo. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Picó muy bien "Pimpi". Bregaron y banderillearon a
satisfacción de todos "Almensilla", Luque Gago y "Vito". En
cambio, los banderilleros de Girón...Corramos un velo.
La verdad es que no ha empezado mal la Feria de Sevilla.
BARICO
(Publicado en la Revista "El Ruedo", el 29 de abril de 1954).
LA TERCERA CORRIDA DE LA FERIA
Día 29 de abril de 1954. Un novillo de Cobaleda para Ángel Peralta y seis toros de
Salvador Guardiola para Manolo Carmona, Juan Posada y César Girón.
El magnífico rejoneador Ángel Peralta durante su actuación. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Parecía que no se iba a celebrar la corrida. Llovió por la mañana y por
la tarde, exactamente hasta el segundo que precedió a la hora señalada para que
diera comienzo el festejo. La entrada, excelente, sin llegar al lleno.
En primer lugar, Ángel Peralta lidió a caballo un marmolillo de Cobaleda
que no hubiera permitido lucimiento a otro rejoneador que no poseyera los
recursos, el arte y la afición que tiene Peralta. Claro es que, como siempre,
admiramos todas las dotes de caballista y torero del extraordinario lidiador.
En la Maestranza demostró el jueves, en una de sus mejores tardes, cómo se
rejonea cuando el astado no quiere embestir. Tres rejones muy buenos, dos pares
de banderillas a dos manos, tres rejones de muerte y el descabello al primer
intento. Peralta, consumado maestro en este arte gallardo y vistoso, dio la
vuelta al ruedo.
GIRÓN TRIUNFA
César Girón, que obtuvo otro triunfo, toreando con la izquierda. El gran diestro venezolano, brindó la muerte del toro a la famosa artista española Lola Flores. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
De la terna de matadores el que triunfó —otra vez— plenamente fue César
Girón. No pudo despachar más que un toro; pero con lo que César hizo en ese
tercer bicho hay toreros que han vivido más de una temporada. Imagina, lector, un
toro precioso de estampa, que embiste rápido a los capotes de
los subalternos. Girón sale a su encuentro y le torea por verónicas por el lado
izquierdo, porque por el derecho achucha. Aplauden al venezolano en un quite y
le ovacionan por su magistral labor al colocar en suerte al toro. Luego vienen
tres soberbios pares de banderillas. Al salir del último, como el suelo está
resbaladizo por la lluvia, cae en la cara. Ocurre esto en el centro del anillo
y tardan los peones en hacer el quite. Son unos segundos angustiosos. Por fin, Pericás
salva el peligroso momento. Girón empieza la faena con tres doblones
eficacísimos. Viene luego un abaniqueo espectacular, y después de dos, muletazos
por bajo, la primera serie de cinco naturales. Hierven las palmas y estallan
los oles en los tendidos. Cita el torero con el muslo, y después de dos
naturales, es volteado aparatosamente. Parece que no podrá continuar la faena; pero
la sigue con otra serie, brutal por lo ceñida y filigrana pura por lo templada,
de cinco naturales. No se oye ya la música porque las voces son gritos de
angustia y de entusiasmo desbordado en los graderíos. Aún hay otra serie de
cuatro naturales de prodigio, y entrando rápido, porque el toro achucha por el
lado derecho y no se le puede dejar que se fijé demasiado, agarra Girón un
estoconazo hasta la guarnición. El bravo toro rueda al querer embestir de nuevo.
Han concedido al matador las dos orejas y el rabo, y cuando va a llegar a los
tableros para saludar al presidente, cae a la arena sin sentido. Cuando le llevan
a la enfermería una nueva ovación florece esplendorosa en su honor.
Momento de la cogida del diestro venezolano César Girón (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Cuando César Girón se disponía a dar la vuelta al ruedo, cayó desvanecido y fue conducido a la enfermería. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
LO DEMÁS SIN BRILLO
A la izquierda: Manolo Carmona ejecutando un derechazo. A la derecha: Carmona resulta corneado por su enemigo. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Lo demás de la corrida no tuvo ese tono. No podía tenerlo. Manolo
Carmona, que saludó a su primero con una larga cambiada de rodillas, le muleteó
valiente por naturales, en redondo, de pecho, por alto y por bajo. Buscó con
ahínco el éxito sin regatear esfuerzo. Mató de tres pinchazos y el descabello
al primer intento, y fue ovacionado. En el cuarto, que de salida cogió a un
espontáneo, prolongó demasiado la faena en su afán de agradar al público.
Carmona dio muy buenos muletazos a este toro. Inició la faena con dos muletazos
de rodillas y la continuó por naturales, en redondo, molinetes, por bajo y por
alto. Al dar un natural fue cogido y hubo de pasar a la enfermería.
A la izquierda: Juan Posada iniciando su faena de muleta con la diestra. A la derecha: Posada, disponiéndose a probar su toreo al natural. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Juan Posada, bien con el capote. Con la muleta, siempre movido y casi
siempre distanciado, anduvo lejos de lucirse. Quince muletazos a su primero
para rematarlo al tercer viaje con el estoque. Al cuarto, que cogió a Carmona,
le dio dos mantazos y lo mató al quinto intento después de tres pinchazos. Al
quinto le largó siete pases de pitón a pitón y un bajonazo, y al sexto, seis
telonazos, un pinchazo, una estocada y el descabello al primer intento. Oyó
muchos pitos.
César Girón, en tres toros, ha cortado cuatro orejas y dos rabos. No es grano
de anís este balance.
Picó magníficamente el veterano "Máquina". Con él se
distinguieron los banderilleros Emilio Herrero y Pericás.
PARTES DE LAS COGIDAS
El doctor Leal Castaño facilitó los siguientes partes:
"César Girón fue asistido de fuerte contusión en la región
sacrocoxígea, con probable fractura del sacro y paresia de las extremidades
inferiores. Reservado el pronóstico".
"Manolo Carmona, herida por asta de toro en la fosa ilíaca
derecha, con un trayecto hacia abajo que alcanza el triángulo de Scarpa hasta
su vértice, disecando los vasos femorales, sin herirlos. Pronóstico
grave".
Y el aficionado que se echó al ruedo en el cuarto toro: "Herida
por asta de toro en la fosa ilíaca derecha, con un trayecto hacia arriba y afuera
que lesiona los músculos oblicuo mayor, oblicuo menor y transverso, llegando al
tejido celular subperitoneal, penetrando en cavidad. Pronóstico
grave".
Los diestros Girón y Carmona pasaron a una clínica y el aficionado al
hospital.
Terminó la Feria taurina de Sevilla. En esta de 1954 se han cortado seis
orejas y dos rabos y uno de los espadas salió a hombros. Cuatro reses fueron
sustituidas en los corrales. Los picadores fueron derribados en treinta
ocasiones. Fue arrastrado un caballo. Los matadores dieron siete vueltas al
ruedo. Dos espontáneos se lanzaron al redondel. Seis toreros resultaron
heridos. De los diez espadas sólo uno puso banderillas. Por los chiqueros
salieron treinta y seis toros y un novillo para rejones. Diez de las reses
fueron aplaudidas en el arrastre, y...basta de datos.
En general, la Feria sevillana de 1954 no fue mala. Se recordarán las
corridas de Guardiola y Buendía. Y no olvidaremos la actuación de César Girón,
Rafael Ortega y "Pedrés" y el buen deseo de Dámaso Gómez y Alfredo
Leal.
Ha habido banderilleros como Luque Gago, Emilio Herrero,
"Vito", "Joaquinillo", "Almensilla" y algún otro
que ya cité, que actuaron magníficamente. De los picadores, los mejores fueron
"Pimpi" y "Máquina".
Y ahora, a esperar las de la Feria de San Isidro.
BARICO
(Publicado en la Revista "El Ruedo", el 6 de mayo de 1954).
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