lunes, 17 de noviembre de 2025

RAFAEL DE PAULA: EL SOPLO DIVINO DEL TOREO GRANDE

(Por: Rafael Dupouy Gómez) 

El gran maestro Rafael de Paula. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Rafael de Paula falleció el domingo, 2 de noviembre de 2025, en su domicilio, de muerte natural, a los 85 años de edad, dejando honda tristeza a sus familiares, amigos y aficionados taurinos del mundo.

El diestro jerezano fue enterrado en el Cementerio de Nuestra Señora de la Merced, en Jerez de la Frontera, el 4 de noviembre de 2025, tras el funeral celebrado en la Iglesia de Santiago de la misma ciudad. El entierro se llevó a cabo después de la ceremonia religiosa, que estuvo marcada por la emoción y la presencia de familiares, amigos y personalidades del mundo del toreo.

Entre los asistentes a la Misa Funeral se encontraban: Curro Romero y su esposa Carmen Tello, Francisco Rivera Ordóñez, Cayetano Rivera Ordóñez, Tomás Campuzano, Javier Conde, Oliva Soto, Álvaro Montes, Fermín Bohórquez, Santiago Domecq, Pablo Aguado, Miguel Báez Spínola "Litri", Eduardo Dávila Miura, los hermanos Luis y Antonio Domecq, entre otros.

Rafael de Paula fue un matador de toros único e irrepetible. Torero clásico y artista. Le llamaron el Genio de Jerez. Manejando el capote, era sin duda, el mejor. Sus cadenciosas verónicas, su juego de brazos, muñeca y cintura, con ritmo, sacando el pecho al frente y su quijada pegada al pecho eran fenomenales. Sus chicuelinas eran magníficas, ejecutadas con quietud o andando, llevando al toro hacia el caballo. Frecuentemente, eran rematadas con una media verónica, cargando la suerte o a pies juntos, finalizando con una alegre y artística serpentina. Con la muleta, destacaban en sus inicios de faena, los doblones y ayudados por alto. Sus derechazos, naturales, soberbios trincherazos, y pases de pecho fueron estupendos y de enorme belleza. Su talón de Aquiles, eran las piernas, que sufrieron bastante durante su carrera, manifestando debilidad y poca firmeza. Muchos de sus triunfos y trofeos fueron malogrados al ejecutar la suerte suprema.

Todos disfrutábamos mucho cuando aparecía "el duende", "el pellizco" gitano en sus faenas. Lamentablemente, eso ocurría en ciertas ocasiones, porque en otras, se presentaban sus "espantás", debido a la "jindama", que ocasionaba fuertes reclamos del público en la plaza.  

Rafael Soto Moreno, conocido en el mundo taurino como "Rafael de Paula", nació en Jerez de la Frontera, en la calle Cantarería, del barrio de Santiago, Cádiz, el 11 de febrero de 1940. Hijo de Francisco de Paula Soto, mayoral de la yeguada de Bohórquez y doña Tomasa Moreno. Se aficionó a los toros a la edad de 15 años, luego de ver una corrida de toros. Toreó su primera becerra en la ganadería de Fermín Bohórquez, siendo adiestrado por uno de sus tíos.

JUAN BELMONTE, UN SER SUPERIOR

La primera figura del toreo, Juan Belmonte acogió y ayudó mucho a Rafael de Paula en su finca "Gómez Cardeña", tentando vacas en la placita de su Cortijo, siendo un muchacho. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Señalaba Rafael de Paula en una interesante entrevista realizada por Mario Niebla del Toro, el año 2020, lo siguiente: "Joselito fue el mejor. Belmonte, un ser superior. Al primer torero que admiré fue a Juan Belmonte, al que conocí. Mi Dios profesional fue Belmonte. Era un hombre superior al resto. Adquirió en su vida una cultura extraordinaria, leía mucho. No era artista, era genio. Fue el que revolucionó el toreo.

Juan Belmonte fue el que trajo el temple al toreo. Templaba los toros. Esa altura, esa edad… Fue capaz de competir con el Rey del Toreo que fue José Gómez Ortega, Joselito "El Gallo". Belmonte, en su forma de torear era trágico. Se vivía la tragedia pública.

Lo escuché hablar, lo vi comer, fumar…Todo lo hacía muy despacio. Lo que más le gustaba en los últimos años de su vida era montar a caballo. Para mí, don Juan, era tan especial que me entero que iba a asistir en un día frío de noviembre al sepelio de una hermana suya. Yo solamente tenía un pantalón y me pongo una chaqueta. Después lo vi salir impecable del funeral. Al tiempo, Pepe y Manuel Belmonte, hermanos, que uno era el empresario de la plaza de toros de Jerez, me montaron en un coche. Iba yo detrás y pregunté a dónde íbamos. Me dijeron: "A la finca de mi hermano Juan". Entonces Pepe, el empresario de la plaza, le dice al hermano: "Juan, te hemos traído un chiquillo para que tú lo veas". Juan, tartamudeando como siempre hacía, dijo: "Yo ya lo conocía, pero yo creía que era un bailarín cuando lo habéis traído". Me había reconocido. Cuál sería mi sorpresa que habían doce vacas para mí solo. Al terminar el tentadero y comerme el bocadillo que me dieron, me fui al lavabo y me dieron un café con picatostes. Yo, mientras, tenía a don Juan sentado en frente con un puro y su música puesta. Él miraba el humo que echaba el puro y no me miraba a mí. No me atrevía ni hablar. Entonces llamaba a su ama de llaves, la que lo cuidaba: "Asunción, el chiquillo se ha quedado con hambre". Pasaron los días y volvía a por mí a la barriada del Carmen, donde yo vivía. Me recogía el chófer.

El toreo es completo, de capote y muleta. El toreo es singular, no plural. Hay tres toreros en la historia que han toreado con las dos. Cuando se hace bien con el capote, se hace con la muleta. El primero: Juan Belmonte García, el "Pasmo de Triana". El segundo, que toreé dos o tres veces con él, Antonio Ordóñez Araujo. Y otro se llama Rafael Soto Moreno, "Rafael de Paula". El toreo es mi vida hasta que me muera. Es lo único que sé hacer".

Bernardo Muñoz "Carnicerito de Málaga" apoderó inicialmente a Rafael de Paula, siendo posteriormente su suegro.

Debutó en público, vistiendo su primer traje de luces, el 9 de mayo de 1957, en la histórica plaza de toros de Ronda (Málaga).

A la izquierda, Rafael de Paula debutando con caballos, el 2 de mayo de 1958, en Jerez de la Frontera. A la derecha, en sus años mozos. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Un extracto de la crónica del Semanario "El Ruedo" escrita por Manolo Liaño, reseñó sobre el debut con picadores de Rafael de Paula, en Jerez de la Frontera, el 2 de mayo de 1958, lo siguiente:

"Un ambiente extraordinario había despertado en toda la baja Andalucía el anuncio de la presentación con picadores, en la feria de Jerez, de un chavalito gitano y jerezano, que se llama Rafael de Paula. De este muchacho de Rafael de Paula, que hasta su presentación con picadores en Jerez, el día señalado del 2 de mayo, sólo había toreado tres festivales, se venía hablando con entusiasmo por parte de aficionados con categoría y solera. Por parte del marqués de Domecq, don Juan Belmonte, don José María de Cossío, don Sebastián Miranda y otros que le vieron en el campo, ante las becerras.

Tal ambiente había despertado su presentación en Jerez, que llegaron aficionados de toda Andalucía, para verlo, llenándose la Plaza.

Don Juan Belmonte García envió al coso jerezano una novillada terciada, pero con cara, con pitones, que, en conjunto, no resultó buena para los toreros. 

El sevillano Antonio González, de rosa y oro, causó buena impresión. 

Juan García, "Mondeño", de salmón y oro, consiguió las dos únicas orejas que se otorgaron en toda la jornada.

El jerezano Rafael de Paula de grana y oro es un torero de corte purísimo. Es un torero que no se parece a nadie, y que en Jerez armó el 2 de mayo un verdadero alboroto. Con el capote, especialmente, toreó de forma admirable, jugando los brazos y la cintura fenomenalmente, y llevando embarcados a los novillos en los vuelos del percal. Cada una de sus verónicas y de sus medias verónicas, ajustadísimas, fue una explosión de entusiasmo del público. Luego, con la flámula, al novillo de su presentación, le hizo una faena de un mando extraordinario y de una clase exquisita. Rafael de Paula toreó por alto, y seguidamente al natural y en redondo de forma impecable. Los pases de pecho finales resultaron largos y angustiosos, por la cadencia, terminando el trasteo con unas manoletinas muy prietas. No tuvo suerte con el estoque, por su poca experiencia, acabando con el novillo de varios pinchazos y descabellos. La Plaza entera le ovacionó, y Rafael de Paula, modestamente, se negó a dar la vuelta al ruedo.

La muerte del novillo que cerró plaza, berrendo en negro, la brindó al marqués de Domecq. El astado, por culpa de la mala cuadrilla que sacó el jerezano, llegó aplomadísimo a la muleta. Rafael de Paula, exponiendo mucho y haciendo gala de su gran clase, lo toreó por alto, al natural y en redondo, y lo mató de dos pinchazos y media estocada, dando una triunfal vuelta al ruedo.

Rafael de Paula se presentó en Jerez en un día señalado: 2 de mayo de 1958. Quede la fecha para la historia, porque el torero puede hacer historia".

Manolo Liaño.

(Semanario "El Ruedo", crónica publicada el 8 de mayo de 1958).

Fueron 14 novilladas las que toreó Rafael de Paula en 1958.

El año 1959, Rafael de Paula toreó 31 novilladas y el año 1960, 20 novilladas, recibiendo cornadas de gravedad en Jerez y Cádiz, la última de ellas en el cuello.

El 21 de junio de 1959, se presentó en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, junto a "El Pío" y el gitano "Curro Puya", cortando una oreja, ante novillos de María Lourdes Martín Pérez-Tabernero.

El 6 de septiembre de 1959, se presentó por primera vez en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, lidiando novillos de Antonio Pérez, junto con "Curro Puya" y Juan Vázquez. Rafael de Paula no tuvo suerte; recibió silencio en su primero y fue pitado en su segundo. El triunfador de la tarde fue "Curro Puya", quien fue ovacionado en su primero y dio una vuelta al ruedo, en su segundo.

Debutó en Pamplona, España, el 13 de julio de 1960, sustituyendo a "Facultades". Se lidiaron seis novillos de Pepe Luis Vázquez, para los diestros Carra, Rafael de Paula y Torcu Varón. Paula lidió tres novillos debido a la cogida de Carra, en su muslo izquierdo. Ante este percance, le correspondió lidiar al segundo, cuarto y quinto pero éste pasó al sexto lugar por presentar Paula mareos, por habérsele cortado la digestión. En el primero y sexto novillo, Paula administró breves trasteos con gracia y buena postura. Al cuarto, destacó su lidia al natural en buena forma. Mató de media estocada y descabello al cuarto intento, recibiendo una ovación y dio una vuelta al ruedo.

Rafael de Paula no volvió a torear vestido de luces en la Monumental de Pamplona, España. Estuvo anunciado en dos ocasiones, los años 1975 y 1977, pero por distintos motivos no se presentó. El 21 de mayo de 1989, mató sin cobrar, seis novillos de Hermanos Sampedro, en un festival taurino homenaje a Jesús Gracia, novillero en su juventud, doblador del encierro y amigo del diestro gitano. Existió esa tarde, un gran ambiente taurino.

Luego de torear 20 novilladas en 1960, tomó la alternativa, en la histórica plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, en corrida goyesca celebrada el 9 de septiembre de 1960. Su padrino fue Julio Aparicio y como testigo, Antonio Ordóñez. Se lidiaron reses de Atanasio Fernández. Rafael de Paula cortó dos orejas, una a cada toro.

Momento de la alternativa de Rafael de Paula, el 9 de septiembre de 1960, en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, en corrida goyesca, actuando como su padrino Julio Aparicio y como testigo, Antonio Ordóñez. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

De la faena al toro de su alternativa en Ronda, el crítico taurino, Antonio Díaz-Cañabate, escribió en el diario "ABC": "Paula le toreó a placer, le toreó en las inmediaciones de Pedro Romero para que el maestro se percatara de que toreaba con arreglo a las reglas clásicas, cargando la suerte, corriendo la mano, acompañando al toro con gallardía, majeza y gracia. Buena faena. Lo mejor que le he visto a Rafael de Paula. Hubo un momento en el que Pedro Romero estuvo a punto de arrojarle su chambergo".

Al día siguiente, el 10 de septiembre de 1960, en Jerez de la Frontera, Rafael de Paula volvió a triunfar, cortando orejas, saliendo a hombros por la Puerta Grande de la histórica plaza.

Fue en la Fiesta de la Vendimia, en la primera corrida, donde se lidiaron un toro del Marqués de Domecq para los rejoneadores Ángel y Rafael Peralta, y seis toros de Juan de Dios Pareja Obregón, para los diestros Juan Antonio Romero, José Martínez "Limeño" y Rafael de Paula. Cortaron orejas los hermanos Peralta y Rafael de Paula.

Un extracto de la crónica del Semanario "El Ruedo", escrita por Manolo Liaño señaló: "Rafael de Paula, de grosella y oro, estuvo muy decidido, muy valiente y muy artista. Cuajó unos lances extraordinarios en sus dos toros e hizo un quite a la verónica, en el tercero, realmente admirable. En este toro, faena breve, como todas las realizadas en esta corrida, de la que cabe destacar una tanda de derechazos impecables y otra de naturales. Estocada baja. Ovación fuerte y vuelta al ruedo.

En el que cerró plaza, que tuvo la atención de brindar al crítico que suscribe, realizó una artística faena, iniciada con unos ayudados por bajo. La prosiguió con pases en redondo, naturales y de otras marcas. Estocada superior, que mató sin puntilla. Ovación grande, una oreja y vuelta al ruedo a hombros, saliendo así de la Plaza".

Manolo Liaño

(Revista Semanario "El Ruedo", crónica publicada el 15 de septiembre de 1960).

El joven torero jerezano Rafael de Paula, dando la vuelta al ruedo, en uno de sus triunfos. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Rafael de Paula debutó en América, en Perú, el 23 de octubre de 1960, en la Plaza de Toros de Acho, en Lima. Alternó con Diego Puerta y Paco Camino para lidiar toros de la ganadería "Las Salinas", en la primera corrida del abono. Este evento marcó su primera presentación en el continente americano. Luego, toreó en la misma plaza, Rafael de Paula, el 6 de noviembre de 1960, la cuarta corrida de abono, donde se lidiaron toros de "Las Salinas", con Rafael Santa Cruz, Diego Puerta, Curro Romero y Paco Camino; y el 13 de noviembre de 1960, la quinta corrida de abono, con 3 toros de Juan Belmonte y 3 toros de "Huando", alternando con Antonio Ordóñez y Paco Camino.

El 28 de junio de 1964, tuvo una gran actuación en la plaza de toros de Jerez de la Frontera, lidiando seis toros de la ganadería de Salvador Guardiola, a los que cortó ocho orejas en total, saliendo a hombros de la plaza. Cortó dos orejas a su primero y segundo ejemplar, y una oreja a cada toro, de los cuatro restantes.

El 10 de septiembre de 1968, en la plaza de toros de El Puerto de Santa María, Cádiz, se presentaron los diestros Rafael de Paula y Curro Romero, ante toros de Salvador Guardiola. Rafael de Paula a su primero, le cortó dos orejas y una, a su segundo. Pero la apoteosis vino con el último de la tarde. Toreó a la verónica levantando un clamor. Con la muleta, en los medios, hizo un monumento al derechazo y al pase natural. Todo perfecto, medido y de asombro. Dos orejas, rabo y salida a hombros por la Puerta Grande. Curro Romero no tuvo suerte, estuvo apático y fue abroncado.

El 29 de septiembre de 1968, Rafael de Paula toreó en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, en la Feria de San Miguel, una corrida de la ganadería de Samuel Flores, con Santiago Martín "El Viti" y Manuel Benítez "El Cordobés".

Ese mes de septiembre de 1968, Rafael de Paula fue premiado como Caballero Cabal de la "Orden Jonda" por el delegado del Ministerio de Información y Turismo, señor Landín Carrasco, con motivo de los Primeros Juegos Florales del Flamenco y con el trofeo "Los Toros" de Radio Jerez. 

Un joven Rafael de Paula esperando a la distancia la muerte de su enemigo. Foto: Villa. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez). 

Rafael de Paula, puro jondismo su toreo, como bien demostró con tres grandes tardes en el ruedo de El Puerto de Santa María, siendo la última de verdadera apoteosis. 

El 15 de agosto de 1973, Día de la Virgen de los Reyes de Sevilla, luego de 5 años sin torear en la Maestranza de Sevilla, Rafael de Paula reapareció en el coso maestrante, para lidiar toros de María Pallarés, con Antonio "Bienvenida" y Curro Romero. Fue una tarde de verdadero ensueño e insuperable corrida del arte. "Bienvenida" obsequió a los presentes un recital de elegancia al torear, cortó una oreja a su primero. Curro Romero, fue el triunfador de la tarde, cortando dos orejas, estando muy bien con el capote y la faena de muleta. Rafael de Paula, realizó torerísimos momentos de inspiración, en su lidia, derramando su arte, a pesar de no llevarse algún trofeo auricular esa tarde.

Instante de la confirmación de la alternativa de Rafael de Paula en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, el 28 de mayo de 1974, siendo su padrino José Luis Galloso y participando como testigo, el salmantino Julio Robles. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Su confirmación en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid fue el 28 de mayo de 1974. Como padrino, estuvo José Luis Galloso, siendo testigo, Julio Robles. Los toros fueron de la ganadería de José Luis Osborne. "Andadoso", Nº 84, negro listón, de 555, fue el toro de la ceremonia. Rafael de Paula tardó casi 14 años en ir a Madrid tras su doctorado como matador de toros, pero esa tarde realizó el llamado "quite del milagro", que le valió para considerarlo como leyenda del toreo. Rafael de Paula fue ovacionado en su primero, y escuchó palmas, en su segundo.

Rafael de Paula en dos artísticos momentos el día de su confirmación, en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, el 28 de mayo de 1974. Fotos: J. Martínez. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

La crónica del Semanario "El Ruedo" señaló: "Rafael de Paula, vistió de gris ceniza y oro. Con catorce años de alternativa se presentó a confirmarla en Madrid, cosa insólita. Por ello hizo el paseo desmonterado, pero a la izquierda de la formación y, como le correspondía, actuó en los turnos primero y cuarto. En el toro de confirmación hizo faena compuesta, con buenos momentos por el lado derecho, pero sin torear a gusto, aunque dejó entrever su clase. Un pinchazo y media delantera barrenando. Ovación. En el cuarto toro estuvo medroso para terminar de un metisaca, media delantera, un pinchazo, media pescuecera y un descabello. Pitos. Sin embargo, dejó el recuerdo imborrable de un quite en el tercer toro, maravilla artística del toreo gitano. Indescriptible y triplicada ovación.

El público salió pegando verónicas de la plaza y haciéndose lenguas del quite de Rafael de Paula, que para los aficionados había sido al mismo tiempo confirmante, veterano y auténtico descubrimiento.

Para aplaudirle, y hasta para tocar tímidamente palmas por bulerías, acudieron a la plaza todos los gitanos flor de los tablaos de Madrid. Fue, por un momento, una auténtica fiesta flamenca en Las Ventas. Para ver a Rafael de Paula, asistieron Curro Romero, "La Paquera de Jerez", "El Príncipe Gitano", "El Güito", Enrique Ortega y el maestro Pavón". 

(Semanario "El Ruedo", crónica publicada el 4 de junio de 1974).

El 5 de octubre de 1974, Rafael de Paula consiguió otro gran éxito en la plaza de toros de Vista Alegre, en Carabanchel, lidiando junto a Antonio Bienvenida y Curro Romero, toros de Bohórquez. Su actuación inspiró al filósofo José Bergamín para escribir "La música callada del toreo".

Por cierto, Rafael de Paula participó en una conferencia junto al gran poeta Rafael Alberti y José Bergamín, éste último, al que condecoró, el mismo diestro jerezano, con la medalla de la Peña Taurina "Rafael de Paula" y en otra ocasión, le brindó un toro en la Maestranza de Sevilla. 

Cuatro imágenes del día de la despedida taurina del maestro Antonio Bienvenida, en la plaza de toros de Carabanchel, junto a Curro Romero y Rafael de Paula. El torero jerezano destapó ese día el tarro de las esencias, en una memorable faena. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Un resumen de la crónica del Semanario "El Ruedo" señaló: "¡Cómo sería la faena de Rafael de Paula que la Naturaleza, como cuando Josué detuvo al sol, se paró! Era ya de noche y la luna, la luna de los poetas, los toros y los gitanos, no la de los astronautas, se detuvo una hora a meditar, enamorada de tanta belleza. Y Quien Todo lo Puede paró los relojes de España ese mismo espacio para que no perdiesen el ritmo del tiempo. ¡Por eso, la noche de la faena de Paula tuvo una hora más!

La faena mágica, intuida, presentida, tomó carne y se hizo realidad. Rafael sentía y hacía sentir el toreo. Uno se sentía dentro del círculo encendido, ardiente y negro de las embestidas del toro al que Paula iba engañando con la cadencia de sus movimientos pausados, armónicos, perezosos... ¡Aquella revolera engendrada como una media verónica en que el capote giró tan lento como en las suertes de la inolvidable "corrida fantástica" filmada a cámara lenta! Aquella faena tan prieta, tan concentrada, tan esencial, sin movimiento inútil, sin gesto que no fuera hermoso, sin pase que no fuese canon de estética, de dominio, de arte... Cada lance, un asombro. El conjunto, un prodigio. Quien quisiera hacer la disección de lo que era técnica y lo que era estética en aquel conjunto milagroso, hubiera matado con su bisturí la obra de arte, porque en Rafael técnica y estética son una y sola cosa: belleza. En el escorzo de su figura, en el juego de los brazos, en lo ceñido del conjunto, en la provocación engañosamente inerte del muslo sobre el que torea y aprieta el lance, no hay nada que no sea una maravilla.

El público de Vista Alegre, que ¡al fin! había dado aire de Fiesta y de Feria a la "chata", no daba crédito a lo que veía. 

Fue tarde de emociones grandes. Antonio "Bienvenida" se despidió del toreo. Pensaba haber terminado la temporada, y con ella su vida en los ruedos, en la plaza de Jaén. Parece que las emociones de los últimos días le han hecho cambiar de propósito, y el último de los toros que va a matar fue el que brindó emocionadamente a su hermano Ángel Luis. 

Cuando acaba la corrida, aficionados de pro, respetables señores, viejos aficionados, rodean el coche de Rafael de Paula:

Una faena para la historia. ¡Enhorabuena, Rafael!

¡Ha resucitado el Niño de la Palma!

No, no... ¡Gitanillo de Triana, el mejor... Francisco...!

¡Has borrado veinte años de toreo!

Yo creo que no. Era, simplemente. Rafael de Paula. Que es el depositario actual de ese soplo divino que es el toreo grande.

Ya no es sólo torero para Jerez, porque es universal. Ni parecido a nadie de otra época, porque él es él y es eterno. Solamente desde esta nueva perspectiva hay que contemplar, en adelante, la figura torera de Rafael de Paula".

(Semanario "El Ruedo", crónica publicada el 8 de octubre de 1974).

Rafael de Paula ejecutando un artístico derechazo. Foto: Botán. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En la Feria de Abril de Sevilla de 1975, Rafael de Paula toreó dos tardes. La primera, el 13 de abril de 1975, lidiando toros del Marqués de Domecq, junto Curro Romero y Francisco Ruiz Miguel, siendo éste último el triunfador de la tarde, cortando dos orejas, una, a cada ejemplar; y el 15 de abril de 1975, ante toros de Torrestrella, junto a Paco Camino y Paco Alcalde.

El 12 de octubre de 1975, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Rafael de Paula se anunció para matar seis toros en solitario, en la corrida de la Prensa. Paula cortó una solitaria oreja a un toro de José Murube y realizó una gran faena a un toro del Marqués de Domecq.

Esa temporada de 1975, Rafael de Paula toreó 41 corridas y cortó 11 orejas.

SU ACTUACIÓN Y DEBUT EN VENEZUELA

Anuncio de Rafael de Paula ejecutando una hermosa y clásica verónica, quien próximamente debutaría en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela. Año 1976. Foto: Lendínez. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Programa de la Feria Taurina 1976 de Caracas, Venezuela. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Anuncio del abono para las corridas de toros en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela. Composición de los carteles en donde se anuncia a Rafael de Paula, el domingo, 17 de octubre de 1976. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 17 de octubre de 1976, de izquierda a derecha, en el patio de cuadrillas, los diestros: Efraín Girón, Rafael de Paula y Curro Romero en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela. Foto: Obertein. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Tuve la fortuna de poder ver, a los once años de edad, por primera y única vez en mi vida a dos leyendas del toreo reunidas, Rafael de Paula y Curro Romero. Me acompañó esa tarde mi abuelo Florencio, mi madre Rosa Elena y mis hermanos, Juan Florencio y Miguel Dupouy Gómez. El 17 de octubre de 1976, en la plaza de toros Nuevo Circo de Caracas, Venezuela, en la segunda corrida de la Feria, actuaron los diestros Rafael de Paula, Curro Romero y el venezolano Efraín Girón, lidiando toros de la ganadería venezolana de "Vista Hermosa". Rafael de Paula, con traje verde y oro, logró ejecutar dos buenas verónicas y una extraordinaria media. Fue revolcado por uno de sus toros. Los aficionados venezolanos nos quedamos con las ganas de ver a estos dos grandes y artísticos toreros españoles. Lamentablemente, nos brindaron muy poco de su arte. El que estuvo mejor fue nuestro compatriota Efraín Girón, quien banderilleó con valor, colocando dos estupendos pares. Recibió ovación y saludó desde los medios en su primero; en su segundo, lo intentó, pero falló a la hora de matar.

Rafael de Paula toreando con el capote y Curro Romero en un natural durante su actuación en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela, el 17 de octubre de 1976. Fotos: Moreno. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

La Asociación de Matadores y Unión de Banderilleros entregaron una Placa de Recuerdo a Efraín Girón por su triunfo en noviembre de hace años al cortar cinco orejas y un rabo en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela. Aparecen en la gráfica, de izquierda a derecha: Eloy Dubois, Alí Gómez, Pedrucho de Caracas, Efraín Girón, Rafael de Paula, Rafael Girón y Curro Romero. Foto: Moreno. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Entrada original de la corrida celebrada en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela, el domingo, 17 de octubre de 1976, perteneciente a los Hnos. Dupouy Gómez, componiendo el cartel: Curro Romero, Rafael de Paula y el venezolano Efraín Girón. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Rafael de Paula toreando bellamente a la verónica en un Festival, en la plaza de toros Nuevo Circo de Caracas, Venezuela. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Rafael de Paula en un Festival en la plaza de toros Nuevo Circo de Caracas, Venezuela. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Anuncio de Rafael de Paula participando en la segunda corrida de la Feria de la Naranja en Valencia, Venezuela. Año 1979. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 28 de octubre de 1979, en la plaza de toros Monumental de Valencia, Venezuela, en la segunda corrida de la Feria de La Naranja, se presentaron los matadores de toros, Manolo Martínez, de México; Rafael de Paula, de España y el venezolano Bernardo Valencia, quien sería el triunfador de la tarde, al cortar una oreja, ante toros de la ganadería de "Los Martínez". Rafael de Paula no tuvo suerte esa tarde.

El 18 de julio de 1977, en la plaza de toros de El Puerto de Santa María, se lidiaron toros de Osborne, en un mano a mano, para Rafael de Paula y José Mari Manzanares. Al tercer toro, Rafael de Paula le realizó una gran faena, cortando una oreja.

El 7 de agosto de 1977, en la plaza de toros de El Puerto de Santa María, se lidiaron toros de Fermín Bohórquez, para los diestros Rafael de Paula, Francisco Rivera "Paquirri" y José Luis Galloso. Rafael de Paula, cortó una oreja. Realizó un maravilloso quite por chicuelinas llevando al toro al caballo.

Rafael de Paula en un extraordinario derechazo. Foto: Botán. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Conformó junto a Curro Romero muchos carteles que catalogaron las corridas "de arte", hasta que en 1978, en la ciudad de Bayona, Francia, sufrió una lesión en la rodilla, con problemas degenerativos en sus piernas, pasando por numerosas operaciones, que lo limitaron a la hora de realizar su toreo.

El 12 de mayo de 1979, en la plaza de Jerez de la Frontera, ante toros de Atanasio Fernández, tuvo otra buena actuación. De gran estética era su remate con una serpentina con el capote. Al día siguiente, en la misma plaza y ante su público, toreó con Juan "Marismeño" y José Luis Galloso, con mucha belleza y éxito. 

Rafael de Paula demostrando su incomparable calidad artística. Foto: Botán. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

A pesar de su condición, el 17 de mayo de 1979, en la plaza de toros de Jerez de la Frontera realizó la gran faena de su vida al toro "Sedoso", del marqués de Domecq, al que cortó las dos orejas y rabo, lidiando con Curro Romero y Emilio Muñoz, lo que le valió la colocación de una placa conmemorativa de la hazaña en el coso jerezano.

El 26 de mayo de 1979, en la Feria de San Isidro, en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, Rafael de Paula cuajó un quite para el recuerdo, del que salió volteado y herido. Bordó el toreo con el capote. Los mismos aficionados reconocieron que jamás habían visto veroniquear con tanta belleza y armonía. Rafael de Paula fue premiado como el "Mejor Quite" de la Feria.

Rafael de Paula en un magnífico derechazo. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En el mes de septiembre de 1979, en el coso de Castellón de la Plana, se presentaron Rafael de Paula, Sebastián Palomo Linares y Manuel Benítez "El Cordobés", ante toros de Antonio Méndez. Al ser herido Palomo Linares, la corrida quedó en un mano a mano. Rafael de Paula en dos ocasiones bordó el toreo con el capote, con unas verónicas preciosas y de perfecta ejecución. Con la muleta estuvo a la altura y certero en la suerte suprema, cortando una oreja en su primero, fue pitado en su segundo y ovacionado en el tercero. El triunfador fue "El Cordobés", en su primero, fue muy ovacionado, con petición de oreja, que no fue concedida; en su segundo, cortó una oreja; en el tercero, le otorgaron las dos orejas, con petición del rabo, saliendo a hombros de la plaza. 

El 27 de enero de 1980, Rafael de Paula confirmó su alternativa en la plaza de toros Monumental de México, D.F., con el toro "Caramelo" de Cabrera, de manos de Curro Rivera con César Pastor de testigo. 

El 18 de junio de 1981, en la Maestranza de Sevilla, Día del Corpus, se lidiaron toros de Bernardino Píriz, para los diestros Manolo Vázquez, Curro Romero y Rafael de Paula. Fue una tarde histórica para el coso de El Baratillo, Manolo Vázquez, cortó dos orejas, saliendo a hombros; y Rafael de Paula, cortó una oreja. En esa corrida, se realizó un inolvidable tercio de quites interviniendo los tres matadores, vestidos de verde y oro.  Ese mismo cartel, se presentó el 27 de septiembre de 1981, en la Feria de San Miguel, en la misma plaza, pero solamente Manolo Vázquez cortó una oreja.

Un inspirado pase natural de Rafael de Paula. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 11 de abril de 1982, en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Domingo de Resurrección, se lidiaron toros de Bernardino Píriz, para los diestros Curro Romero, Rafael de Paula y José Mari Manzanares.

El 19 de mayo de 1984, en la plaza de toros de Jerez de la Frontera, Rafael de Paula cortó tres orejas, lidiando toros de Jandilla, completando el cartel Francisco Rivera "Paquirri" y Paco Ojeda. Esa tarde, un aficionado del público le arrojó un bastón, que el torero paseó por el redondel.

El 7 de abril de 1985, en la Maestranza de Sevilla, se lidiaron toros de Torrealta, en la alternativa de Lucio Sandín, siendo el padrino de la ceremonia, Curro Romero y testigo, Rafael de Paula.

El 11 de mayo de 1985, en la plaza de Jerez de la Frontera, se lidiaron toros de Jandilla, actuando Rafael de Paula en solitario, cortando dos orejas.

Rafael de Paula en un clásico y portentoso pase de pecho. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 30 de marzo de 1986, en la Maestranza de Sevilla, Domingo de Resurrección, se presentaron Curro Romero, Rafael de Paula y Juan Antonio Ruiz "Espartaco", éste último fue el triunfador de la tarde, al cortar una oreja.

El 14 de abril de 1986, en la Maestranza de Sevilla, se lidiaron toros de Torrestrella, para Curro Romero, Rafael de Paula y Paco Ojeda, en la despedida del sulbaterno Andrés Luque Gago. La temporada de 1986, toreó 9 festejos.

El 28 de septiembre de 1987, en la última corrida de la Feria de Otoño de Madrid, Rafael de Paula hizo una excelente faena al toro "Corchero" de la ganadería de Martínez Benavides. Toreando estupendamente con el capote y la muleta. La afición de Madrid se rindió ante el genio de Jerez, quien fue premiado con una clamorosa vuelta al ruedo. Alternó, con José Mari Manzanares y José Ortega Cano. Estuvo presente, Su Alteza Real, la Condesa de Barcelona.

Estupenda media verónica y un sublime derechazo del diestro jerezano Rafael de Paula. Fotos: Botán. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 12 de octubre de 1987, en la Maestranza de Sevilla, en la Corrida de la Cruz Roja, se lidiaron tres toros de Bohórquez, y uno de las ganaderías de Jiménez Alarcón, Osborne, y Peralta, para el jerezano Rafael de Paula, en solitario, quien cortó dos orejas. Para la historia ya quedó en los anales de la plaza la faena al quinto, de Fermín Bohórquez, de nombre "Lebrero", al que le cortó la dos orejas después de una magnífica faena, saliendo por la Puerta del Príncipe.

El 9 de junio de 1988, en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, se realizó la Corrida de la Beneficencia, se lidiaron cinco toros de Sepúlveda y uno, de Antonio Ordóñez Araujo. Actuaron los toreros Rafael de Paula, José Miguel Arroyo "Joselito" y Fernando Cepeda. Paula brindó sus dos toros a Su Majestad el Rey, acompañado de Su Alteza Real, la Condesa de Barcelona. Expresó el diestro Rafael de Paula a Su Majestad don Juan Carlos I: "Señor, es para mí un gran honor brindarle a usted la muerte de este toro. Le deseo toda la suerte del mundo para usted y para España. Y ahora, deséemela usted a mí a ver qué hago yo con esto", en lo que se constituyó en un brindis que pasó para la historia.

En la temporada de 1989, Rafael de Paula toreó dos corridas en Sevilla, el 10  y 12 de abril. La primera, lidiando toros de Jandilla, con Curro Romero y Miguel Báez "Litri"; la segunda, con Juan Antonio Ruiz "Espartaco" y Rafi Camino, con toros de Cebada Gago. Fue la última de actuación de Rafael de Paula en Sevilla. "Espartaco" fue el triunfador, al cortar las dos orejas.

ANÉCDOTA CON EL FOTÓGRAFO TAURINO FRANCISCO CANO "CANITO"

Rafael de Paula toreando a la verónica magistralmente con el capote. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En mi país Venezuela, quien escribe este artículo, conoció personalmente al famoso fotógrafo taurino Francisco Cano "Canito". Nuestro encuentro ocurrió en enero de 1990 durante un acto celebrado en el hotel Caracas Hilton con motivo del 60º Aniversario de la Línea Aérea Aeropostal Venezolana, la primera Línea Aérea Comercial de Venezuela, cuyo fundador y primer propietario fue mi abuelo Florencio Gómez Núñez, durante el gobierno de su padre, el General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República.

"Canito", curiosamente fue invitado a ese acto por el gran aficionado taurino venezolano, Boris Piñero quien siendo Capitán de la Línea Aérea Venezolana Viasa, lo trajo al país para que presentara una exposición de fotografías taurinas que realizó con mucho éxito en Caracas.

Al concluir el acto de celebración durante el brindis, en compañía de mi madre y hermanos, se acercó "Canito" a saludar con mucho cariño a mi abuelo Florencio. Sorprendidos saludamos a "Canito" con profunda admiración, sintiendo que estábamos conociendo a una auténtica leyenda viva de la tauromaquia. Toda esa noche la pasamos conversando de toros con Cano, escuchando sus anécdotas, coincidimos en que Rafael de Paula había sido el torero con más arte y pureza que mejor había toreado con el capote en la historia del toreo. "Canito", sin palabras, me respondió con un fuerte apretón de manos corroborando lo dicho. El famoso fotógrafo taurino nos dijo que le habíamos salvado la noche, porque él fue invitado al acto, pero no conocía a nadie. Estaba maravillado con la belleza de la mujer venezolana.

Rafael de Paula en un vistoso remate con el capote. Foto: Botán. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En 1993, se publicó el libro "Gitanos en el Ruedo", escrito por Joaquín Albaicín, de la Colección "La Tauromaquia" de Espasa-Calpe, número 52, donde dedicó uno de sus últimos capítulos a Rafael de Paula.

La campaña de 1994, Rafael de Paula toreó 3 tardes. En 1997, actuó en 9 corridas y consiguió 2 orejas. La temporada de 1998, lidió una solo corrida. El 4 de octubre de 1998, lidió un festival en Tijuana, México, recibiendo una gran paliza de un novillo, que obligó a ser atendido a la enfermería y a abandonar la lidia.

El 18 de mayo de 2000, Rafael de Paula lidió en la Feria del Caballo, en Jerez de la Frontera, donde después de escuchar los tres avisos a uno de sus toros, decidió arrancarse la coleta y abandonar el toreo. Al día siguiente, se arrepintió y decidió continuar. Ese día le acompañaron los toreros Curro Romero y Juan Serrano "Finito de Córdoba".

Rafael de Paula se retiró de los toros en 2000 y regresó como apoderado del maestro José Antonio "Morante de la Puebla".

El 15 de febrero de 2002, fue distinguido con la Medalla al Mérito en las Bellas Artes en su categoría de oro.

En 2005, su hijo Jesús Soto de Paula escribió el libro "De Negro y Azabache: Rafael de Paula"

En 2012, Rafael de Paula fue galardonado con el Premio Nacional Universitario de Tauromaquia Joaquín Vidal por su legado y contribución al arte del toreo.

El año 2017 Rafael de Paula fue homenajeado por el Club Taurino de Milán, en Italia, como "El máximo exponente de la belleza en la Tauromaquia"

El 26 de abril de 2023, en la Maestranza de Sevilla, se lidiaron toros de la ganadería de Domingo Hernández, para los diestros José Antonio "Morante de la Puebla", Diego Urdiales y Juan Ortega. "Morante de la Puebla" dio al cuarto toro, de nombre "Ligerito", un recital de tauromaquia, tanto con el capote como con la muleta, cortando las dos orejas y rabo. Hacía 52 años que un torero no cortaba los máximo trofeos en el coso sevillano. Al terminar de dar la vuelta al ruedo con los trofeos, "Morante de la Puebla" le arrojó el rabo conquistado a Rafael de Paula en el callejón, antes de salir por la Puerta del Príncipe a hombros de una gran multitud de aficionados, que lo llevó hasta el hotel Colón, donde se hospedaba. Fue una tarde histórica y memorable.

Uno de sus apoderados fue el banderillero Andrés Luque Gago, padre del actual presidente de la comisión taurina de la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, don José Miguel Luque Teruel. Había sido subalterno y banderillero de grandes figuras del toreo, entre ellas, del venezolano César Girón.

Rafael de Paula tuvo 19 actuaciones en la Feria de San Isidro, en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, sin cortar alguna oreja.

En la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, como matador de toros actuó en 35 corridas, cortando 4 orejas. Además, como novillero toreó 5 tardes y actuó en 4 Festivales.

Hasta en siete ocasiones se encerró con seis toros, dos de ellas en la Maestranza de Sevilla: el 12 de octubre de 1975, ante toros de seis ganaderías, festejo en el que cortó una oreja, y en la misma fecha, pero de 1987, en el que paseó las dos orejas de un toro de Bohórquez.

En Venezuela, Rafael de Paula se presentó en tres ocasiones. Toreó dos corridas; una, en el Nuevo Circo de Caracas, el año 1976; y otra, en la plaza de toros Monumental de Valencia, en 1979. Además, intervino en un Festival, en el Nuevo Circo de Caracas.

Dos grandes toreros de inspiración y artistas: Curro Romero y Rafael de Paula. Ambos compartieron numerosas tardes juntos y fueron grandes amigos. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En una interesante entrevista titulada "Por qué tenemos miedo. Paula y Romero se confiesan", realizada por José Luis Quintanilla, en la revista "LAE", señaló Rafael de Paula: "Yo no me dejo coger por toros que tienen intenciones asesinas".

No es un torero cualquiera. Eso salta a primera vista. Tanto dentro como fuera del ruedo. Su aspecto atildado corresponde a una actitud mental. Casi tiene prisa por autodefinirse como "clásico". Es un matador de toros de contrastes absolutos. Sol o sombra. Blanco o negro. Triunfo rotundo o fracaso estrepitoso. Y de una sombra escandalosa acaba de salir a hombros de notas oficiales. Rafael de Paula ha sido protagonista de un suceso que ha tenido resonancia nacional. Y, como consecuencia del suceso un castigo sin precedentes en toda la historia de la tauromaquia: seis meses inhabilitado para torear en España. Rafael de Paula, en la plaza de Barcelona, se negó a matar el sexto toro de la tarde…

Todo sucedió así, y todo se complicó de la manera siguiente: Salió mi segundo toro, de Urquijo, y lo devolvieron a los corrales. Salió, como es reglamentario, el sobrero. Y también fue rechazado. Salió un segundo sobrero, lo que ya no es reglamentario…Aquello no era un toro. Parecía un bisonte. En toda mi vida he visto un toro tan "monumental". Cunado le di el primer capotazo advertí que estaba toreado. Me quería coger por todos los sitios. Resultaba imposible torearlo. Yo no me dejo coger por toros asesinos. Y aquel toro quería matarme. Por eso no lo maté. Yo no toreo a los toros asesinos…

Rafael de Paula ha dicho todo esto sin demostrar nerviosismo. Con ese empaque de la raza gitana, a la que pertenece por derecho de nacimiento.

EL TABACO ES PARA FUMÁRSELO

Chaleco tabaco y oro llevaba Rafael de Paula la tarde del 17 de mayo, día del mano a mano con Curro Romero en la plaza de Las Ventas. Esa corrida pasará a la Historia como la que provocó mayor escándalo en Madrid. El mismo chaleco llevaba la tarde triste de Barcelona. Y vestido tabaco y oro llevaba el día en que también se negó a matar a un toro en la plaza de Valladolid, durante la pasada temporada…

Jamás me volveré a poner un vestido tabaco y oro, ni un chaleco, ni un corbatín, de ese color… ¡El tabaco es para fumárselo!

Y, como para reforzar sus palabras, enciende un cigarrillo. De tabaco negro. Intuyo que el humo debe llegarle hasta los tobillos. Ya nunca más se volverá a escribir en las crónicas taurinas: "Rafael de Paula, que vestía de tabaco y oro, en el primero de la tarde…".

¿Es usted supersticioso?

Digamos que soy "moderadamente" supersticioso…Dejémoslo en "manías". Por ejemplo, me disgusta que el día en que toreo dejen sobre mi cama sombreros o gorras. Tengo mucha fe en Dios. Pero…Sé que un buen cristiano no debe ser supersticioso. Pero también sé que Dios sabrá perdonarme esas "manías" ¿verdad?

Y la pregunta queda flotando en el aire, envuelta en el humo del tabaco y oro.

El diestro jerezano Rafael de Paula durante su entrevista. Maravillosa media verónica de Rafael de Paula. Foto: Botán. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

LOS ESCÁNDALOS NO BENEFICIAN

El nombre de Rafael de Paula, en la hiedra vertical de los carteles de toros. Siempre una incógnita. Un nombre sobre el que pesan tres escándalos: el de Valladolid, el de Madrid y el de Barcelona. Como lógica consecuencia, una cierta publicidad. Con sus dos aristas: beneficio, perjuicio.

Paula ¿le han beneficiado estos escándalos? Me refiero por lo que suponen, digamos, de publicidad gratuita…

Los escándalos nunca benefician a nadie. Esa es la pura verdad. ¿Sabe usted? Por lo que se refiere a mi caso concreto, el escándalo de Barcelona me ha perjudicado muchísimo. Y ya no me refiero sólo al aspecto económico, pues he perdido de torear varias corridas en la que se presentaba como mi mejor temporada…Eso del dinero, con tener su importancia, es lo de menos comparado con el daño moral que he recibido…

Después de no haber matado al sexto toro de la tarde, a Rafael de Paula se le aconsejó que no saliera de la plaza hasta haber transcurrido un tiempo prudencial. Durante media hora permaneció en una de las oficinas de la empresa, allí mismo en la plaza. Para evitar alteraciones del orden público.

Rafael de Paula jamás olvidará aquellos momentos, que eran, sin él mismo intuirlos el prólogo del episodio más triste y trágico de toda su vida…

LA NOCHES DE INSOMNIO

De Paula no volvió en su coche al hotel. No. También se le aconsejó que hiciese ese viaje en el vehículo de un funcionario.

Al día siguiente regresó a Jerez de la Frontera, a su casa. Y después marchó a una finca situada en la provincia de Sevilla, en espera de su próxima actuación.

Llamadas urgentes desde Jerez. Tenía que personarse con carácter urgente en la comisaría, para comunicarle oficialmente la sanción por la que se le prohibía torear durante seis meses en cualquier plaza del territorio nacional.

Rafael de Paula no encuentra palabras para explicar el impacto emocional que recibió, como un mazazo a la cabeza, al conocer esta decisión sin precedentes en toda la historia de la tauromaquia.

Me derrumbé. Pero…sabía que tenía que reaccionar. Tenía que luchar ante lo que yo consideraba una sanción excesiva, injusta. Después de todo, yo no había robado, yo no había matado a nadie. A lo sumo era merecedor de una multa, todo lo fuerte que se quiera, pero sólo una multa. Como ha sucedido en otros casos similares. Pero…

Los puntos suspensivos de Rafael de Paula son muy sustantivos.

Pero en ningún momento perdí la fe en Dios. Hasta que recibí la noticia del levantamiento de la sanción, he pasado horas y horas encerrado a solas en mi habitación. Pensando, pensando, pensando en muchas cosas. ¡Y cuántas cosas se piensan en tantas y tantas noches de insomnio!

Rafael de Paula se dejó vivo un toro en Barcelona, pero mató el orgullo y se puso a hacer examen de conciencia sobre su vida particular y profesional. Tuvo muchas horas para meditar sobre su pasado, sobre su presente, sobre su futuro.

Un vistoso natural de Rafael de Paula. Foto: Botán. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

PROPÓSITO DE ENMIENDA

Catorce años de alternativa. Sin dar ese paso definitivo. Torero de Jerez y casi sólo para Jerez. Hasta que en octubre de 1974 logra un triunfo apoteósico, en la madrileña plaza de Vista Alegre, con un toro de Bohórquez.

Como consecuencia del eco de esa actuación se le presenta una temporada de cincuenta corridas a torear. Se ha cumplido el sueño de su vida. Rafael de Paula es hombre de extraordinaria sensibilidad. Se le puede hacer daño con el pétalo de un clavel. Y también tiene ribetes de místico.

Lo único que sé hacer, bien o mal, es torear. Cuando estoy mal no culpo a nadie en mi fracaso. Recuerdo que cuando yo empezaba a torear, un torero muy famoso me aconsejó: "Nunca admitas que has estado mal. Echa la culpa al toro". Pero yo nunca he seguido ese consejo. Soy demasiado sincero, no me gusta mentir…

Rafael de Paula tampoco encuentra palabras para resumir ese propósito de enmienda que se ha impuesto, como una penitencia, a partir del domingo 18 de mayo de 1975.

Pero sigue con su sinceridad salvaje:

Soy un artista, soy un torero de inspiración…Yo tengo mis días. Yo no soy un torero de recursos. Eso soy yo el primero en admitirlo. Si no sé vencer las dificultades que presenta el toro, mi actuación es lamentable. No lo niego. Lo admito abiertamente. Pero cuando me llega la inspiración…

Rafael, ¿cómo se interpreta el buen toreo?

Hay que enganchar al toro por la panza de la muleta y pasárselo por el corazón. Eso es todo…

Su cara parece iluminarse al conjuro de esa definición. Y luego, como pensando en voz alta:

Reconozco que no soy un torero de oficio. Y cuando estoy mal, estoy rematadamente mal. No tengo términos medios.

Confesión de parte, de culpa, que sigue así:

Ante algunos toros me veo impotente. Esa es la verdad. Y yo soy el primero en lamentarlo.

Considero que para hacer estas declaraciones hace falta cierta dosis de valor…

Rafael de Paula en el callejón de la plaza de toros, escoltado por las autoridades. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

EL SALARIO DEL MIEDO

¡Esas mañanas del día de corrida! Esperando el toque de clarines y timbales. Miedo. Una palabra clave en la vida de todos los toreros. Y en el caso de Rafael de Paula, asociada a otra que entronca con la raza: gitano. Son dos palabras que se dan la mano y se complican en el historial taurino de los toreros gitanos.

Rafael "El Gallo", "Cagancho", "Gitanillo de Triana", "El Alabaicín"…Y ahora, Rafael de Paula.

Sí, de acuerdo. Soy gitano y tengo miedo. Pero no tengo más miedo que cualquier torero "payo". De acuerdo en que no tengo el valor de "El Espartero", pero, repito, no tengo más miedo que otros toreros.

Rafael, ¿cómo definiría usted el miedo, tan especial, de los toreros?

No sé, no sé…

Ese traje que lleva Rafael de Paula está pagado con miles de pesetas y millones de miedo; esa corbata de seda natural está pagada con cientos de pesetas y millones de miedo. Y también con el salario del miedo se pagará la habitación del hotel donde conversamos. Es un miedo que se puede ver y tocar.

Dice usted cómo es el miedo de los toreros. El miedo es consecuencia lógica del instinto de conservación. Y todos tenemos desarrollado ese sentido. Yo, como hombre que muchas veces se ha enfrentado al peligro de un toro de lidia, puedo decirle sinceramente que hay más peligro, más riesgo de la vida cuando se está toreando bien, por la sencilla razón de que uno se pasa el toro más cerca. Pero, al mismo tiempo, el torero se da menos cuenta de ese peligro, porque se siente a gusto. Y entonces se olvida uno de todo. Hasta de que el toro puede matarle…Yo, que cuando estoy a gusto con un toro, siento como si yo y el toro formásemos una sola pieza. Una pieza que nadie ni nada pueden destruir…Si en esos minutos alguien pudiera preguntarme qué es el miedo, que si siento miedo, no podría contestarle, por la sencilla razón de que entonces esa palabra carece de sentido para mí…

De Paula acaba de dar la media verónica a un tema que es eje de su vida profesional: el miedo.

Rafael de Paula ejecutando su clásico trincherazo. Foto: Botán. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

EN LA FINCA DE DOMECQ

En los días que fueron de la inhabilitación a la autorización oficial para que Rafael de Paula pudiera seguir actuando, el ministro de Agricultura, Allende y García-Baxter, visitó Jerez de la Frontera en compañía de su colega austriaco. Y estuvieron en la finca de don Álvaro Domecq.

Alvarito Domecq llamó por teléfono al torero proscrito:

Vente a casa, hablas con el ministro de Agricultura y a ver si se puede arreglar algo…

Cuando Rafael de Paula fue presentado al ministro de Agricultura, le explicó su caso:

Mire usted, señor ministro. Yo no creo que la cosa sea para tanto. De mi dependen ocho hombres que se han quedado sin trabajo. Yo…no he matado a nadie. Por no matar, no he matado ni al toro…

No era momento para salidas graciosas. Rafael de Paula es hombre muy serio. Pero eso de que "por no matar, no he matado ni al toro", lógicamente, hizo gracia. Hubo que traducírselo al ministro austriaco, perplejo ante las carcajadas de todos…excepto de Rafael de Paula.

Fue el único momento jocoso de unos días tristes, amargos, del que ha sido protagonista un torero gitano que ahora sólo tiene miedo a que la vida le dé otra cornada.

José Luis Quintanilla.

(Publicado en la Revista "LEA").

Rafael de Paula toreando al natural. Foto: Botán. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En otra entrevista, realizada por José Suárez Inclán, en el diario "El País", de España, el 22 de febrero de 2007, señalaba Rafael de Paula, lo siguiente:

"Pues eso, eso es el toreo: columnas. Cuatro o cinco. Columnas del toreo contadas con nombres y apellidos. Paraíso bordeado. Joselito "El Gallo". El más grande. Luego, nombres legendarios: "Frascuelo", "Bombita", Rafael "El Gallo", "Cagancho", "Chicuelo"…Y eso que soy de Belmonte".

Con Belmonte surgen temas inevitables. "Eso de que trajo la quietud es un cuento. Lo que tenía era brazos muy largos. Una columna entera es media verónica de Belmonte. Pero la quietud la trajo Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete". Belmonte trajo el temple. La quietud, "Manolete". Y el más grande, Joselito "El Gallo". Belmonte era real, pero Joselito no pertenecía a la realidad. Camará le dijo a "Manolete": "Si José volviera, tú no te vestirías hoy de torero". Los que mejor han toreado: Belmonte, "Chicuelo", "Cagancho". Y los demás…".

Se emociona, se agitana hablando de "Cagancho". "Yo también me he dejado algunos toros vivos. Pero "Cagancho", más. Y eso que mataba como nadie".

"Toreros con gracia torera: Pepe Luis Vázquez. El soplo. Se pueden contar con los dedos de la mano. Soplo es todo aquello que emociona de pronto. Ordóñez, Puerta y Pepe Luis: media verónica. Eso se lo copié yo a Pepe Luis, que unas veces ha tenido el soplo y otras no. Ordóñez ha toreado con gracia, con soplo… y con hondura. Aprendió el capote de "Cagancho", y también, como a mí, era torero de brazos, de muñeca, no se salía por los pies".

Se queda absorto y susurra: "Yo era la obsesión de Ordóñez". Sigue, rápido, como borrando esa afirmación: "Yo, con el capote, ponía los toros a mi ritmo".

He querido brindar en este artículo un merecido recuerdo a la memoria del gran maestro Rafael de Paula, quien con su magistral toreo lleno de embrujo, envuelto en profunda inspiración artística, armonía, temple, suavidad, grandeza, pureza, clase y perfección estética, nos conmovió por la belleza inigualable e incomparable de su forma de interpretar la Tauromaquia. Paz a su alma.

Rafael Dupouy Gómez