(Por:
Rafael Dupouy Gómez)
La Maestranza “César Girón” de Maracay (Venezuela),
está cumpliendo 82 años de historia. El bello coso, fue inaugurado por el
Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, el 20 de
enero de 1933.
Su histórica construcción se debió a la desmedida
afición de sus hijos, Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, fundadores de la
primera ganadería de toros pura casta de lidia en Venezuela “Guayabita”,
empresarios y propietarios de la joya arquitectónica que encomendaron realizar
a su gran amigo, el arquitecto Carlos Raúl Villanueva.
El cartel de su inauguración lo integraron: el famoso
rejoneador español don Antonio Cañero y los matadores de toros, Eleazar Sananes
“Rubito” (venezolano), Manolo Bienvenida y Pepe Gallardo (españoles). Los toros
lidiados fueron de la ganadería venezolana de “La Providencia”, perteneciente
al hierro de los hermanos Gómez Núñez.
El Gral. Juan Vicente Gómez y sus hijos fueron grandes
aficionados taurinos que contribuyeron enormemente al desarrollo de la Fiesta
Brava en Venezuela.
El Gral.
Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, en compañía de su
hijo Florencio Gómez Núñez, el día de la inauguración de la Maestranza de
Maracay. 20 de enero de 1933. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
“Maracay, 20 de enero, 1933.- Con la
asistencia del Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la
República, a quien acompañaba su séquito oficial y un grupo de amigos, se ha
celebrado la primera corrida de Feria, inaugurándose solemnemente la bella,
coqueta y modernísima plaza de toros de la capital de Aragua.
La
presencia del primer ciudadano del país fue saludada con las notas del himno
nacional, siendo aclamado por la multitud. El circo, repleto en todas sus
localidades y graciosamente adornado con banderolas tricolores, presentaba un
aspecto imponente. Casi todas las damas que prestigiaron el espectáculo vestían
a la típica usanza española, brindando un supremo y seductor encanto. Lindos y
espléndidos rostros de mujeres realzaban la primera corrida de feria, dignos de
los pinceles de aquel Julio Romero de Torres, “el Faraón de los pintores”.
(“Conde Federico”, Diario “El
Universal”, 21 de enero de 1933).
Los
hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, conversando con los diestros
españoles Manolo Bienvenida y Pepe Gallardo, momentos antes de realizar el
Paseíllo la tarde inaugural. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Recordaba
mi abuelo Florencio Gómez Núñez, aquella memorable fecha histórica:
“Para la inauguración de la
Plaza de Toros de Maracay, contratamos mi hermano Juan Vicente y yo a Manolo
Bienvenida, primera figura del toreo de España, que era muy amigo de nosotros
desde su juventud. Trajimos a Pepe Gallardo que cumplía una excelente temporada
novilleril y había recibido recientemente la alternativa en Barcelona (España).
Mi gran amigo don Antonio
Cañero, el famoso rejoneador español, también vino contratado por nosotros para
la inauguración de la Plaza de Toros de Maracay. Se presentó con sus hermosas
jacas brindándonos momentos de gran belleza, habilidad y destreza como
consumado caballista. No tuvo suerte con los toros que le tocaron en suerte,
porque acometieron poco a su cabalgadura. Recuerdo que le brindó a papá, el
Gral. Juan Vicente Gómez, su primer rejón, dando muerte al primer toro que se
lidiaba en la Maestranza de Maracay.
Yo influí mucho en la elección
del torero que matara, de lidia ordinaria, el primer toro en la Maestranza de
Maracay. Fue mi deseo incluir en el cartel inaugural a mi compadre, Eleazar
Sananes “Rubito”, en primer lugar, por ser venezolano y en segundo lugar, por
ser un ídolo taurino que a pesar de sus años retirado, se mantenía vivo en el
recuerdo de los aficionados.
Eleazar Sananes “Rubito”, no
estuvo bien esa tarde debido a sus años de inactividad. Tenía tres años
retirado del toreo y eso influyó en su actuación. Para mí significó un gran
honor y orgullo poder contar con él dentro del cartel como representante de
Venezuela, porque fui muy aficionado del toreo de Eleazar Sananes. Siempre lo
admiré y me identifiqué como un “Rubitero”, furibundo.
Pepe Gallardo, estuvo muy
valeroso y decidido. Con el capote bordó unas verónicas realmente colosales,
pero con la muleta no logró sacar partido a sus enemigos y estuvo errático con
la espada”.
EL TRIUNFO DE MANOLO BIENVENIDA
Continúa evocando entrañables
recuerdos de aquella tarde, mi abuelo Florencio Gómez Núñez:
“El torero triunfador aquella tarde fue Manolo Bienvenida, que le cortó
las dos orejas y el rabo a un toro media casta de nuestra ganadería “La
Providencia”. Manolito toreó estupendamente bien con el capote, con una gracia
y clase propia de la escuela sevillana. Destacó enormemente en el tercio de
banderillas, logrando formidables y variados pares que levantaron al público de
sus asientos. Con la muleta realizó una gran faena al toro media casta que era
muy bravo y noble. Templando y mandando con suavidad, hilvanó tandas de
muletazos llenos arte y calidad. Luego de dar muerte al toro, el público se
desbordó en aplausos y aclamaciones, otorgándosele los máximos trofeos.
Manolo
Bienvenida, nos invitó a mi hermano Juan Vicente y a mí a bajar al redondel
para compartir con él su triunfo. Recuerdo que al toro le concedieron dos
vueltas al ruedo y yo le lancé mi sombrero cordobés, llevándoselo el toro en el
arrastre”.
Así reseñó la crónica taurina
la histórica faena de Manolito Bienvenida en la inauguración de la Maestranza
de Maracay:
“Manolito
Bienvenida fue el héroe de la jornada. Toreó de capa magistralmente,
derrochando finura y elegancia. Con las banderillas conmocionó la plaza,
sentando cátedra de rehiletero. Sus pares de palos fueron un asombro de
dominio, valor y gallarda pinturería. Su labor como banderillero ha sido algo
sencillamente inmensa, inverosímil, fantástica.
Los
seis pares que clavó esta tarde bien lo acreditan como el primer palitroquero
del mundo. Con la muleta hizo cosas inenarrables, brindando a los espectadores,
atónitos ante tanta majeza y sabiduría emanados de un solo torero, un curso
completo de bien torear. Le cupo en suerte el toro mejor del encierro, un bravo
y nobilísimo media casta, con el que realizó la faena cumbre de la tarde.
Imposible describir con detalles labor tan enorme, pues faltan adjetivos. Con
una estocada al tercer viaje, entrando con guapeza, tiró patas arriba al
extraordinario pupilo de “La Providencia”, otorgándosele por demanda unánime y
en medio de una atronadora ovación las dos orejas y el rabo del toro media
casta.
La
plaza crujía de ardoroso entusiasmo, siendo obsequiado Manolito con artísticos
ramos de flores, que paseó en triunfo por el redondel bajo una lluvia de
sombreros. Al toro, dechado de nobleza y bravura, se le concedieron
merecidamente dos vueltas de honor al ser arrastrado, teniendo que saltar al
ruedo los entusiastas y jóvenes ganaderos señores Juan Vicente y Florencio
Gómez Núñez, dueños de “La Providencia”, requeridos por los espadas y por el
público. Gesto muy simpático, por lo flamenco y espontáneo, fue el de Florencio
al ofrecer su castizo cordobés al toro muerto, llevándoselo en el arrastre
colgado de un pitón.
Con
su portentosa faena muleteril en su primera y brillante actuación en la corrida
de inauguración de las Arenas de Maracay, Manolo Bienvenida se ha consagrado
ante la afición venezolana. Manolito Maravilla, el torero de la muñeca de
cristal”.
(“Conde Federico”, Diario “El
Universal”, 21 de enero de 1933).
Enhorabuena, Maestranza “César Girón” de Maracay, joya
arquitectónica, orgullo de Venezuela. Plaza de Toros llena de historia, donde
se han presentado las más grandes figuras del toreo.
Felicidades por cumplir 82 años siendo la cantera
taurina venezolana y una de las Plazas de Toros más bellas del mundo.
Rafael Dupouy Gómez