domingo, 31 de diciembre de 2017

MURIÓ DON FLORENCIO GÓMEZ EL MÁS IMPORTANTE TAURINO VENEZOLANO


(Por: Víctor José López “El Vito”)

Diario Meridiano, 2 de Enero de 1996.

Tal vez haya sido el más importante taurino venezolano. Su presencia en el escenario venezolano fue definitivo para que la fiesta de los toros creciera sobre las bases de una ganadería, de las plazas de toros que sembró su inspiración y de su infatigable estímulo que sirvió de apoyo a los primeros espadas profesionales de Venezuela. La desaparición de don Florencio Gómez Núñez enluta al país, le duele a la familia taurina a la vez que devela y desempolva las páginas de nuestra historia reciente.

Florencio Gómez Núñez falleció ayer en Caracas. Un hombre que supo transitar con dignidad, en medio de un camino lleno de turbulencias en la historia de Venezuela. Hijo del General Juan Vicente Gómez, fue don Florencio, junto a su hermano Juan Vicente, un gran impulsor de la fiesta de los toros en Venezuela.

Vivió en las entrañas de la historia misma uno de los segmentos más apasionantes de la vida política venezolana, el período del gobierno de su padre, el General Juan Vicente Gómez, y supo de los grandes contrastes y contradicciones de nuestra nación, al padecer exilio político y gozar de la reivindicación, por la misma causa.

Junto a su hermano Juan Vicente fundó las ganaderías de La Providencia y de Guayabita, construyó la plaza de toros de Maracay y ayudó a toreros como Eleazar Sananes “Rubito” y Julio Mendoza “El Negro”, pareja angular del toreo venezolano.

La de Guayabita fue una empresa ciclópea, pues los hermanos Gómez Núñez, en el año de 1932, desembarcaron en el Puerto de Turiamo doscientas ochenta cabezas, seleccionadas entre Juan Belmonte y Antonio Cañero y que habían sido adquiridas en Córdoba de las dehesas de los señores Pallarés Delsors.

Trajeron vacas, sementales, pie de cría, mulas y bueyes, vaqueros, hierros, monturas, sogas, todo lo que existía en la famosa ganadería andaluza, vacada que sigue cosechando triunfos en las más importantes plazas de España bajo la divisa de Benítez Cubero, Lora Sangrán y de los Hermanos Pallarés... En Venezuela se difuminó, en medio de un océano de desidia e ignorancia, el oro de aquella sangre brava, aunque a veces salta en algún rincón, escondido un berrendo aparejado, o un colorao ojo de perdiz, que denuncian los encastes originarios de este río de oro bravo que trajeron los Gómez a Venezuela.

Don Florencio, afable en el trato, reservado en el comentario, decidió junto a su hermano Juan Vicente que el joven arquitecto Carlos Raúl Villanueva realizara el proyecto de la plaza de toros de Maracay. Villanueva, quien más tarde sería ejecutor de importantes obras arquitectónicas en Venezuela, incluyendo la Ciudad Universitaria y el Museo de Bellas Artes, ambas en Caracas, viajó a España, vivió en el alma de las plazas de toros españolas, conoció los patios de caballos y los húmedos y terrosos pasadizos, así como los chiqueros y los corrales de toda Andalucía antes de ejecutar el proyecto que discutió junto a don Florencio y Juan Vicente. Es por eso que esa pequeña plaza le da lecciones de torería, torerismo, arquitectura y ganadería a las grandes plazas monumentales que con sentido expansionista, aunque carentes de estilo, clase y buen gusto, invadieron la geografía taurina nacional.

La amistad de don Florencio con “Rubito” era tal, que el hijo del general empleó al torero como “listero” en las obras de la construcción de la plaza del Calicanto y, para su inauguración, contrató a Sananes para que actuara en la primera corrida de la plaza de Maracay. A la muerte de su padre, don Florencio y Juan Vicente viajaron al exterior. Juicios sumarísimos del gobierno de López Contreras le expropiaron sus pertenencias. Entre estas, la ganadería de Guayabita. Al tiempo fueron reivindicados los hermanos Gómez Núñez, y les fueron devueltas muchas de sus propiedades. Ya el daño estaba hecho en la ganadería de Guayabita, que había caído en manos del Banco Agrícola.

Hoy la fiesta de los toros en Venezuela está de luto, pues perdió a un gran benefactor. Don Florencio sentó las bases más importantes sobre las cuales descansa el toreo en Venezuela.

Hasta su hija y sus nietos nuestra más sentida palabra de condolencia. Dolor por la desaparición de un amigo, querido y admirado, al que como taurino importante que fue me he sentido deudor. Los aficionados venezolanos están de luto porque ayer murió don Florencio Gómez.

Víctor José López “El Vito”
(Diario Meridiano, 2 de Enero de 1996).

FLORENCIO GÓMEZ NÚÑEZ: 22 AÑOS DE SU PARTIDA


(Por: Rafael Dupouy Gómez)


Don Florencio Gómez Núñez visita y contempla orgulloso, por última vez, su histórica Plaza de Toros Maestranza “César Girón” de Maracay. Año 1993. Foto: Zapata. (Archivo Hnos. Dupouy Gómez).

Mi querido y siempre recordado abuelo Florencio Gómez Núñez, falleció el 31 de diciembre de 1995, a la edad de 87 años, en su residencia caraqueña. Hoy, 31 de diciembre de 2017, se cumplen 22 años de su triste partida, cuando Dios lo llamó a su lado, aquel día especial, encontrándonos reunidos en su habitación, faltando cinco minutos para las doce de la medianoche, esperando recibir con ilusión el Año Nuevo 1996.

Florencio Gómez Núñez, se destacó siempre como un gran aficionado de la Fiesta Brava. Su pasión desbordada por los toros le hizo adquirir junto con su hermano, Juan Vicente Gómez Núñez, en España, 180 cabezas de ganado de la famosa ganadería andaluza de los hermanos Pallarés Delsors de Cabra (Córdoba), trayendo toda esta ganadería a Venezuela en el año 1932, por barco hasta el puerto de Turiamo (Edo. Aragua), fundando así “Guayabita”, la primera ganadería de toros pura casta española de lidia en Venezuela. Los toros fueron seleccionados en España por la máxima figura del toreo Juan Belmonte y el famoso rejoneador cordobés don Antonio Cañero, quienes fueron sus grandes amigos.

La Plaza de Toros Maestranza de Maracay, fue inaugurada por su padre, el General en Jefe Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, el 20 de enero de 1933. Su construcción se debió a la desmedida afición de sus hijos, Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, empresarios y propietarios de la joya arquitectónica que encomendaron realizar a su gran amigo, el arquitecto Carlos Raúl Villanueva. Los hermanos Gómez Núñez, organizaron con gran éxito las Ferias de Maracay en los años de 1933, 1934 y 1935.

La Maestranza de Maracay, bautizada posteriormente con el nombre de la máxima figura del toreo de Venezuela “César Girón”, es una plaza de toros llena de historia, donde se han presentado las más grandes figuras del toreo. Representa la cantera taurina venezolana y está considerada como una de las plazas de toros más bellas del mundo.

Florencio Gómez Núñez, fue empresario de corridas de toros en Caracas, Valencia y Maracay. Toreó con mucha frecuencia como aficionado práctico. Se entusiasmó de igual manera por el arte del rejoneo. Cultivó una gran amistad con destacadas figuras del toreo que escribieron páginas importantes en la historia de la Fiesta Brava.

La Asociación Venezolana de Criadores de Toros de Lidia lo designó por unanimidad como su Primer Miembro Honorario, el 15 de octubre de 1985. El Concejo Municipal del Edo. Aragua acordó, el 21 de octubre de 1985, nombrar a Florencio Gómez Núñez persona notable con méritos para consultas necesarias, en lo relacionado con la Comisión Taurina del Distrito Girardot, y Asesor Ad-Honorem Vitalicio. Recibió reconocimientos y distinciones de las más importantes organizaciones y peñas taurinas de Venezuela.

El 21 de enero de 1996, se guardó un minuto de silencio como homenaje a su memoria en el Nuevo Circo de Caracas, durante la “Corrida de la Prensa” con un lleno hasta la bandera, actuando los diestros: José Ortega Cano, Manuel Díaz “El Cordobés” y el venezolano Leonardo Benítez.

Paz a su alma.
Su recuerdo vivirá siempre en nuestros corazones.

Rafael Dupouy Gómez

Pueden disfrutar los siguientes videos del minuto de silencio en el Nuevo Circo de Caracas, el 21 de enero de 1996 y una entrevista taurina realizada a Florencio Gómez Núñez en 1993 para el programa "Hablemos de Toros": 





jueves, 21 de diciembre de 2017

PEPE LUIS VÁZQUEZ, UN MAESTRO INMORTAL


(Por: Rafael Dupouy Gómez)

Pepe Luis Vázquez. (Foto: Chapresto).

Pepe Luis Vázquez Garcés, llamado el “Sócrates del toreo” por su inmensa sabiduría y técnica aplicada en la lidia de sus enemigos, se convirtió en un auténtico prodigio sevillano, miembro de una importante dinastía torera.

Nació el 21 de diciembre de 1921, en el barrio de San Bernardo (Sevilla). Hijo de Concepción Garcés García y del novillero José Vázquez Roldán, capataz del Matadero Municipal, quien logró transmitir sus conocimientos y afición al joven Pepe Luis y sus hermanos, también toreros, sobresaliendo, Manolo Vázquez. Posteriormente, un hijo suyo, con el mismo nombre de su padre Pepe Luis Vázquez, heredaría la pureza de su arte y estilo destacándose como un buen matador de toros.

Los toreros que más le inspiraron para convertirse en matador de toros fueron Juan Belmonte y Manuel Jiménez “Chicuelo”. Se vistió de luces por primera vez en Algeciras, el 18 de julio de 1937, en compañía de Antonio Bienvenida, lidiando becerros de Gallardo. El 5 de junio de 1938, debutó con picadores en Sevilla con “Manolete” y Manolo Calderón, toreando, nuevamente, reses de Gallardo.

Como novillero, en la Maestranza de Sevilla alcanzó triunfos extraordinarios en 1938. En siete novilladas, cortó nueve orejas, tres rabos y dos patas. Ese mismo año, se dieron a conocer las virtudes de dos grandes toreros que iniciarían una nueva época del toreo: Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” y Pepe Luis Vázquez.

En Madrid debutó el 13 de julio de 1939, lidiando novillos de Domingo Ortega, junto a Mariano García y Félix Almagro, quien recibió esa tarde una gravísima cornada que le causó la muerte, después de ser ingresado en la enfermería.

Con gran expectación y un lleno hasta la bandera, tomó la alternativa en Sevilla, el 15 de agosto de 1940, siendo su padrino Pepe Bienvenida, que le cedió el toro “Sabihondo”, de don Francisco Chica (antes de Braganza), actuando como testigo Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”. Pepe Luis, recibió una fuerte ovación dando una vuelta al ruedo en el toro de su alternativa. En su segundo enemigo, estuvo en torero, valiente y dispuesto. El público lo despidió con una fuerte ovación, dando la vuelta al ruedo, obligando a Pepe Luis a salir al tercio para agradecer la calurosa aclamación.

El 29 de septiembre de 1940, en la Feria de San Miguel, fue su primer gran triunfo en la Maestranza de Sevilla como matador de toros, al cortar dos orejas ante la ganadería de Enriqueta de la Cova. Pepe Luis toreó esa tarde con Luis Fuentes Bejarano y Pepe Bienvenida. Al sexto toro, el “Sócrates de San Bernardo”, le realizó una faena variada y muy completa que culminó con una colosal estocada. 

Confirmó la alternativa en Madrid, el 20 de octubre de 1940, actuando como padrino Marcial Lalanda y como testigo Rafael Ortega “Gallito”. Marcial, le cedió el toro “Carmoneño”, de Bernardo Escudero. La corrida fue suspendida por lluvia en el tercer toro.

Encabezó el escalafón de toreros con más actuaciones los años de 1941 (68 corridas) y en 1942 (83 corridas).

Pepe Luis Vázquez toreando con el capote. Foto: Argüelles.
(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 18 de octubre de 1942, en la Plaza de Las Ventas de Madrid, cortó dos orejas a su primer toro de la ganadería de Antonio Pérez de San Fernando, en la despedida de Marcial Lalanda, quien cortó tres orejas esa tarde. Ambos toreros salieron por la Puerta Grande a hombros de la multitud. El tercer espada, Juan Mari Pérez-Tabernero, resultó herido y no pudo matar a ninguno de sus enemigos ese día.

El 25 de julio de 1943, toreando en Santander (España), recibió una gravísima cornada en la cara que le propinó un toro de la ganadería de Escobar, mientras se encontraba en la arena, después de perder el equilibrio cuando realizaba un quite. La cornada le afectó, dejándole secuelas en la mejilla, la nariz y la ceja.

La Duquesa de Alba, en sus años mozos, se enamoró de Pepe Luis Vázquez. Doña Cayetana, como apasionada aficionada de la Fiesta Brava, siempre acudió a verle torear. De su profunda admiración por el diestro sevillano nació su primer amor de juventud. Con el paso de los años se hicieron grandes amigos de toda la vida y se guardaron siempre mucho cariño y respeto.

En las temporadas de 1944 y 1945 actuó en México, alcanzando resonantes triunfos como el acontecido en la tarde del 17 de febrero de 1945, cuando le cortó las orejas y rabo a un toro de “Coaxamalucan”, en la Plaza de El Toreo, alternado esa tarde con Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” y el mexicano Luis Procuna.

El 25 de abril de 1948, en la Maestranza de Sevilla, estuvo fenomenal Pepe Luis Vázquez, cortándole las dos orejas a un toro bien armado en pitones con temible presencia de la ganadería de Villamarta, en la corrida que celebraba el Primer Centenario de la Feria de Abril. Actuó esa memorable tarde con Antonio Bienvenida, quien estuvo muy torero pero no tuvo suerte con la espada y Luis Miguel Dominguín quien cortó dos orejas.

El 27 de mayo de 1948, en la corrida de la Prensa, volvió a cortar dos orejas en la Maestranza de Sevilla ante toros de la ganadería de Tassara. Actuaron esa tarde Manolo Navarro y Manolo González, quien cortó una oreja a cada uno de sus enemigos.

Pepe Luis Vázquez y su portentosa muleta. Foto: Argüelles.
(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 19 de septiembre de 1948, en Valladolid, recibió una cornada en el muslo derecho, de suma gravedad.

El 1 de mayo de 1949, fue una tarde apoteósica para el torero de San Bernardo, cortando cuatro orejas en la Maestranza de Sevilla, ante toros de la ganadería de Tassara. Actuaron esa tarde con Pepe Luis, Manuel Álvarez “Andaluz” y Antonio Bienvenida.

Pepe Luis Vázquez, se convirtió en un torero excepcional de la escuela sevillana, digno sucesor de Rafael Gómez “El Gallo”, José Gómez Ortega “Joselito”, Juan Belmonte, Manolo Bienvenida y Manuel Jiménez “Chicuelo”. Fue apoderado por Marcial Lalanda y ayudó en sus inicios a Diego Puerta.

Se distinguió por su arte, conocimiento y técnica, transmitiendo en su toreo un sentimiento de pureza y gracia profunda sevillana. Compartió cartel muchas tardes con Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”. Inolvidables, soberbias y memorables fueron sus verónicas a pies juntos, su famoso y característico “cartucho de pescao”, sus naturales citando de frente con los pies juntos ligados con el pase de pecho y sus “kikirikíes”.

Según Filiberto Mira, en su libro “Cien Años de Toreo en Sevilla 1900-2000”, toreó en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, 52 corridas, 13 novilladas y 11 festivales, para un total de 76 actuaciones. Siendo superado en ese número de presentaciones en el siglo XX por Curro Romero y Manuel Jiménez “Chicuelo”.

Mi abuelo Florencio Gómez Núñez, tuvo amistad y admiró mucho al maestro Pepe Luis Vázquez. Cuando lo recordaba y se refería a él siempre me describía su excepcional manera de interpretar el toreo. Le pudo ver varias tardes y su apreciación sobre el famoso diestro sevillano era la de un torero de gran personalidad y sabiduría. Con el capote era magistral y con la muleta era solemne y portentoso, siempre demostrando con su valor sereno un temple, una seguridad y naturalidad, difícil de igualar.

El testimonio de su aprecio y amistad quedó plasmado en la dedicatoria que le hizo a mi abuelo Florencio, durante su visita a Venezuela. Allí expresó: “Al gran aficionado y estimado amigo Don Florencio Gómez, con un sincero y afectuoso recuerdo. Pepe Luis Vázquez.


Dedicatoria del maestro sevillano Pepe Luis Vázquez a Don Florencio Gómez Núñez. Año 1950. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

En Venezuela, se presentó Pepe Luis Vázquez, alternando con el mexicano Luis Procuna y el español Antonio Caro en el Nuevo Circo de Caracas, el 21 de enero de 1950. Se lidiaron esa tarde toros de la ganadería de Venecia (doña Clara Sierra) y la temporada fue organizada por el empresario Liberino González, quien confeccionó los carteles combinando toreros españoles y mexicanos.

Uno de los más resonantes triunfos del maestro de San Bernardo, fue en la corrida celebrada en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid, el 17 de mayo de 1951, alternando con los diestros Antonio Bienvenida y Miguel Báez “El Litri”, quien confirmaba su alternativa. Los toros pertenecieron a la ganadería de Don Fermín Bohórquez. Por cojear el cuarto toro, tuvieron que retirarlo y trajeron a un toro sobrero astifino de la ganadería de Castillo de Higares, de nombre “Misionero” que le correspondió a Pepe Luis Vázquez, siendo lidiado estupendamente por el torero de San Bernardo quien recordaba, esa faena, como una de sus mejores realizadas en Madrid. Esa tarde fue triunfal, porque los tres toreros que compusieron el cartel salieron a hombros por la Puerta Grande.

Pepe Luis Vázquez, se retiró en 1953 y reapareció en 1959, toreando en pocas ocasiones, siendo su despedida definitiva, el 20 de septiembre de ese mismo año en Las Ventas de Madrid, donde vistió de luces por última vez en compañía de su hermano Manolo Vázquez y Curro Romero.

En el año 1998, recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes por su destacada trayectoria como figura del toreo.

En el Romancero Taurino “Los Ángeles hacen palmas…” del poeta español Rafael Duyos, termina su libro con un poema dedicado a Pepe Luis Vázquez, ilustrado con plumillas de Antonio Ferrer, exclamando al final: ¡Los ángeles hacen palmas desde los palcos del cielo!

Rafael Dupouy Gómez ante la estatua del maestro Pepe Luis Vázquez ubicada frente a la Maestranza de Sevilla, España. Año 2011. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

El 19 de mayo de 2013, falleció en su Sevilla natal, a los 91 años de edad, ese genio y artista indiscutible, que marcó historia en el mundo del toreo. Había muerto una de las más grandes figuras, pero su gloria en los ruedos siempre será inmortal.

Rafael Dupouy Gómez

miércoles, 20 de diciembre de 2017

PEPE CABELLO: 89 AÑOS DE SU NATALICIO


(Por: Rafael Dupouy Gómez)


A la izquierda: El joven cronista taurino venezolano Pepe Cabello en compañía de Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, el 30 de abril de 1946, durante la visita del “Monstruo" cordobés a Venezuela. Al fondo, asoma su rostro Alfredo David, el destacado peón de confianza. (Foto Villa). A la derecha: Pepe Cabello con Juan Belmonte en la Maestranza de Sevilla. (Foto: Cuevas).

Hace 89 años nació mí recordado amigo, el gran cronista taurino Pepe Cabello, el 20 de diciembre de 1928, en la ciudad de Caracas (Venezuela). Su afición le vino desde muy niño por ser vecino de la histórica plaza de toros de la capital, el “Nuevo Circo” de gratos e inolvidables recuerdos para los venezolanos.

Su casa estaba situada, detrás del tendido de sol y su madre, doña Helena Arizaleta de Cabello era muy aficionada. Su padre, don Antonio Cabello, era dueño de un botiquín en la esquina de San Francisco y también tenía una línea de taxis, de las primeras que existían en Caracas. 

Muchas veces, le tocó llevar a los toreros hasta el coso del Nuevo Circo. De su familia, Pepe fue el último que se aficionó a las corridas de toros. Además de su gran pasión por la Fiesta Brava, también fue un fiel seguidor del Fútbol y el Boxeo. Se desempeñó como Abogado de la República y cronista taurino.

Sus interesantes, amenas y bien documentadas crónicas siempre gozaron de mi predilección, porque aportaban conocimientos importantes sobre el mundo del toro. Inolvidables fueron sus reseñas sobre las anécdotas e historias de los grandes maestros de la tauromaquia. El Dr. Pepe Cabello, se destacó como un cronista taurino de excepción y de permanente consulta. Sin duda alguna, por su larga trayectoria, fue el crítico taurino más entendido, distinguido y calificado de Venezuela.

Escribió su primera crónica taurina después de presenciar, en enero de 1946, a los “Chicos de Querétaro” y el debut del diestro mexicano Pepe Luis Vázquez, homónimo del “Sócrates de San Bernardo”, en el Nuevo Circo de Caracas. “Los Chicos de Querétaro”, era una cuadrilla infantil mexicana, integrada por niños entre diez y doce años de edad que lidiaban becerros de pura casta. Como dato curioso, en una de sus presentaciones, se lanzó como espontáneo César Girón con doce años, demostrando al público asistente que él podía hacer eso mucho mejor que los niños aztecas.

Posteriormente, el Dr. Pepe Cabello, escribió en el diario caraqueño “El Gráfico” la primera crónica dedicada a César Girón cuando debutó como becerrista con traje corto, el 24 de julio de 1948, en la Maestranza de Maracay. Tituló su crónica “Nuevo Sol de Aragua”, refiriéndose a la gran actuación de la joven promesa del toreo venezolano, para concluir: ¡César Girón, otra figura en miniatura que se inicia a grandes pasos...!”

Por cierto, correspondió al Dr. Pepe Cabello, registrar el documento del poder otorgado a Fernando Gago para que manejara la carrera taurina de César Girón en España. En la época del renacer de nuevas figuras del toreo venezolano con los triunfos de Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro” y Alí Gómez el “León de Camoruco”, dedicó a éstos toreros criollos su interesante folleto “Historia de dos ídolos”, que fue muy leído por los aficionados taurinos venezolanos. Escribió sus crónicas taurinas en la popular revista “Venezuela Deportiva” que, posteriormente, cambió su nombre por el de “Venezuela Gráfica”.

Fue el primero en aparecer en las cámaras de televisión cuando se inauguró la “Televisora Nacional” en Venezuela, presentando el programa “Arte y Ciencia de la Tauromaquia”, donde consiguió interesantes entrevistas a los toreros nacionales y extranjeros que visitaban nuestro país. A partir de 1951, escribió desde España sus “Crónicas Viajeras” con mucho éxito y la aceptación de los aficionados.

Posteriormente, pasó a escribir las crónicas taurinas del diario “El Nacional”, sustituyendo al gran cronista venezolano, don Oswaldo Pérez Esteves, quien había sido nombrado Cónsul de Venezuela en Vigo (España). Su primera columna en el diario “El Nacional” se llamó “Toritos”.

Sus magníficas crónicas taurinas fueron publicadas en los periódicos de circulación en todo el territorio nacional como “El Nacional”, “El Universal”, “El Globo” y a nivel regional en el diario “La Verdad” (Edo. Zulia). Trabajó durante 18 años en el diario “El Nacional” y 30 años en el diario “El Universal”. Implantó récord en un mes siendo publicadas sus crónicas taurinas todos los días. Remataba siempre sus reseñas con su popular des-Cabello.

Viajó a Madrid (España) en 1957, siendo designado por la Unión de Matadores de Venezuela para representarla jurídicamente ante las autoridades sindicales españolas. Se trató de llegar a la firma de un Convenio Taurino entre el Grupo Taurino del Sindicato Nacional español del Espectáculo y la citada Unión venezolana con el objeto de garantizar las actuaciones de los toreros venezolanos en los ruedos españoles. El Dr. Pepe Cabello, logró que los novilleros venezolanos pudieran participar, al menos, en 10 novilladas sin picadores. 

En cuanto a los matadores de toros, se aprobó la condición, que si toreaban dos venezolanos juntos, tendrían que compartir el cartel con dos toreros españoles, lidiándose 8 toros. El Convenio también permitió, que torearan juntos, tres diestros de distintas nacionalidades. Su gestión fue complicada pero logró conseguir el máximo beneficio en el Convenio para los toreros compatriotas, especialmente, para los novilleros.

Igualmente, actuó en defensa de los diestros venezolanos, César, Rafael y Curro Girón, a quienes se trató de sancionar en España, porque para los toreros españoles, los hermanos Girón representaban una competencia peligrosa, al copar los carteles en varias ocasiones. El Dr. Pepe Cabello, consiguió dejar en suspenso las sanciones anunciadas y que la pena fuera eliminada, ya que estaba prohibido que diestros americanos se presentaran en una corrida, sin la participación de españoles.

El cronista taurino venezolano Pepe Cabello, acompañado por Julio Aparicio y Manolo Vázquez en la Monumental de Las Ventas de Madrid. (Foto: Cano).

El Dr. Pepe Cabello, conservó con orgullo la entrada como el primer espectador que entró en la nueva plaza de toros de Vista Alegre (Bilbao), el día de su inauguración, el 19 de junio de 1962, ya que la antigua plaza de toros de 1882, sufrió un pavoroso incendio que la destruyó por completo. Los diestros que participaron en esa histórica tarde fueron: Antonio Ordóñez, el venezolano César Girón y Rafael Chacarte, quienes cedieron la mitad de sus honorarios.

El cronista taurino Dr. Pepe Cabello, por primera vez en la historia de la radio y televisión venezolana, consiguió transmitir en directo desde España, el año 1970, la alternativa del novillero venezolano Jesús Narváez. Siéndole concedido por dicha transmisión, el importante galardón “Premio Ondas”, como el locutor internacional más destacado del año en Venezuela.

Siempre se distinguió por su laboriosidad investigativa, consiguiendo interesantísimas entrevistas con las más importantes figuras del toreo, acompañándoles en su quehacer diario, por las carreteras de pueblo en pueblo, registrando con acuciosidad sus actuaciones en las plazas de toros, compartiendo amenas y entrañables tertulias que enriquecieron sus bien documentadas crónicas. 
 
Publicó dos interesantes libros sobre la Fiesta Brava como lo fueron: “Redondel de Ilusiones” (1972), donde realizó un importante recuento de las temporadas novilleriles celebradas en el Nuevo Circo de Caracas, destacando a las prometedoras figuras nacionales del momento. Esa obra se la dedicó a sus padres, doña Helena Arizaleta de Cabello y don Antonio Cabello. El mismo año de 1972, publicó su segundo libro: “Toreros fuera del ruedo”, excelente obra en donde el cronista taurino venezolano, logró amenas e interesantes entrevistas a destacadas figuras del toreo como fueron: Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, Rafael Gómez “El Gallo”, Cayetano Ordóñez “Niño de la Palma”, Juan Belmonte, Manuel Jiménez “Chicuelo”, Domingo Ortega, Antonio Ordóñez, Paco Camino, Santiago Martín “El Viti”, Manuel Benítez “El Cordobés”, Palomo Linares y los venezolanos, Eleazar Sananes “Rubito”, Julio Mendoza Palma, César Girón y Héctor Álvarez.

Con motivo de la celebración del 40° Aniversario de la Maestranza de Maracay, el Dr. Pepe Cabello, le hizo a mi abuelo Florencio Gómez Núñez, un hermoso reportaje dedicándole una página completa, incluyendo una amena entrevista con interesantes fotografías en el Diario “El Universal”, siendo publicada, el 17 de enero de 1973.

Acto del 40° Aniversario de la Maestranza de Maracay, celebrado el 20 de enero de 1973. De izquierda a derecha: El Dr. Pepe Cabello, orador de orden, su esposa Neida Villarroel de Cabello y don Florencio Gómez Núñez. Salón de Sesiones del Concejo Municipal del Distrito Girardot (Edo. Aragua).

El Dr. Pepe Cabello, fue distinguido como orador de orden en el acto organizado por la Gobernación del Estado Aragua con motivo de la celebración del 40° Aniversario de la Maestranza de Maracay, el 20 de enero de 1973. Se realizó una sesión solemne celebrada en el Salón de Sesiones del Concejo Municipal del Distrito Girardot (Edo. Aragua), asistiendo una gran concurrencia de aficionados taurinos. En esa importante ceremonia, pronunció un magnífico discurso sobre la historia del coso de Calicanto. En un extracto de sus emotivas palabras, señaló:

“Gualda y roja la divisa. Por coincidencia, estaba allí la bandera española sobre la sangrante carne del burel. Un número “19” el hierro de La Providencia, de los hermanos Gómez Núñez.

¡Aquí está la plaza! Lo diría el General Juan Vicente Gómez al quedar rematada y frisada la obra. Sería la ofrenda de Juan Vicente y Florencio, de Florencio o Juan Vicente, no puede haber orden de antigüedad en esa pareja torera, cuando abrieron sus puertas al entrar de gentes y al desfilar de matadores. Pusieron la plaza, pusieron sus toros y pusieron también su corazón”.

(Pepe Cabello, 20 de enero de 1973).

En la Revista “Estampas” del diario “El Universal”, publicó sus célebres “Mano a Mano”, incluyendo entrevistas y curiosas anécdotas taurinas sobre importantes personalidades del mundo del toro.

En 1990, tuvo la gentileza de ayudarme en mi trabajo de Tesis de Grado titulado “La Fiesta Brava en Venezuela como atractivo turístico”, aportándome datos interesantes que fueron de gran utilidad.

Pepe Cabello y su inseparable esposa Neida Villarroel de Cabello, disfrutando una tarde de toros en la Monumental de Las Ventas de Madrid. (Foto: Cuevas).

En 1996 y 1997, publicó sus interesantes crónicas tituladas “Tribuna Taurina” en la revista “Tribuna Venezolana”.

En el año 2000, el Dr. Pepe Cabello fue el orador de orden en la presentación del libro “La Lidia y el Toreo”, escrito por Antonio Petit Caro, editado en Venezuela por la Fundación BBVA Provincial.

El cronista taurino venezolano Pepe Cabello con Rafael Dupouy Gómez en el Cortijo "Santa Marta", Estado Miranda, Venezuela. Año 1995. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Siendo un gran amigo de los integrantes de la familia Bienvenida, participó en el documental realizado por nosotros, los Hnos. Dupouy Gómez, “Los Bienvenida en Venezuela. Huella indeleble en el corazón de una dinastía”, presentado, el 11 de mayo de 2011, en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid con motivo del I Encuentro Iberoamericano del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida.

Por tal motivo, el 16 de abril de 2011, antes de partir para España, nos escribió con cariño, lo siguiente: “Sinceramente les deseo toda la suerte. ¡Suerte, vista y al toro!, durante los actos que tienen programados en la Monumental de Las Ventas de Madrid, donde será proyectada la película que con tanto arte y lujo de detalles realizaron para el recuerdo y la historia los hermanos Dupouy Gómez. Flameo mi pañuelo para pedir y otorgarles a todos los máximos trofeos”. (Pepe Cabello).

En el año 2011, fue entrevistado en dos programas taurinos de “Tendido Cero”, transmitidos por la Televisión Española (TVE), explicando la grave situación del Nuevo Circo de Caracas, debido a la ausencia de la celebración de corridas de toros desde 1997. El Dr. Pepe Cabello, hasta los últimos días de vida, se mantuvo muy interesado y bien informado del acontecer taurino nacional e internacional.

Entregó su alma a Dios, el 21 de julio de 2014, a la edad de 85 años en su residencia caraqueña. 

A su muy querida e inseparable viuda, Neida Villarroel de Cabello, a sus familiares y amigos, vaya mi especial recuerdo en este artículo dedicado al gran amigo a quien tanto extraño y siempre tengo presente.

¡Capotazos de afecto y que Dios lo tenga en su Gloria!

Rafael Dupouy Gómez