(Por: Rafael Dupouy Gómez)
Crónica de la corrida celebrada en el Nuevo Circo de Caracas, Venezuela, el 10 de noviembre de 1973, escrita por Víctor José López "El Vito", publicada en "El Ruedo", Semanario Gráfico de los Toros de Madrid, España. Arriba, a la derecha: El diestro mexicano Manolo Martínez. Abajo, de izquierda a derecha: Mi madre, Rosa Elena Gómez Arráiz, el niño Rafael Dupouy Gómez con ocho años de edad, mi abuelo Florencio Gómez Núñez y mi hermano Juan Florencio Dupouy Gómez con sombrero, presentes en la corrida. Fotos: Moreno. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Como dicen que recordar es vivir, revisando nuestros archivos taurinos, encontré
gratamente una crónica de mi niñez cuando en compañía de mi abuelo, mi madre y
hermano acudimos al Nuevo Circo de Caracas, Venezuela, para presenciar una
corrida de toros. Era mi época de siembra de afición, ilusión y adquisición de
conocimientos tempranos sobre el arte del toreo en la que, indudablemente, tuvo
máxima influencia mi muy querido y siempre recordado abuelo Florencio Gómez
Núñez, gran mantenedor e impulsor de la Fiesta Brava en Venezuela, siendo con
su hermano Juan Vicente, fundador de la primera ganadería de toros pura casta
de lidia en el país, "Guayabita" y creador de la histórica Maestranza
de Maracay, que fue inaugurada, el 20 de enero de 1933, por mi bisabuelo, el
General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, quien también gozó
siempre de una profunda afición desde su juventud, en su natal tierra tachirense, donde presenció
sus primeros espectáculos taurinos. Posteriormente, logró entablar una
entrañable amistad con el "Pasmo de Triana" Juan Belmonte cuando
visitó nuestro país en 1918.
La corrida, lamentablemente, no resultó con el éxito deseado como bien
lo reseña la crónica de Víctor José López "El Vito", pero tiene un
significado especial para mi persona por ser una de las que pude presenciar de
niño y por la referencia hacia nuestra familia que dice en la leyenda de la fotografía:
"Entre los asistentes a la corrida, don Florencio Gómez Núñez, hijo
del recordado General Juan Vicente Gómez, que en 1933 importó por vez primera a
Venezuela toros bravos de España. Le acompañan los miembros de su
familia".
A continuación, comparto con los amables lectores, la crónica publicada en "El Ruedo", Semanario Gráfico de los Toros de España en 1973:
CARACAS. 10. (Especial para EL RUEDO, por Víctor José López, "El
Vito").
La corrida extraordinaria de la temporada grande de
Caracas tiene antecedentes empresariales muy particulares y creemos extraños,
aunque no tal vez sin precedentes, en el mundo de los toros. Ocurre que una
corrida de la ganadería venezolana de "Bella Vista" estuvo anunciada
para la Feria de Caracas, siendo sustituida a última hora por un encierro
mexicano. Se llegó a decir, sin que esto fuese confirmado por el interesado,
que Curro Girón, empresario de estas corridas, había afirmado que ese encierro no podía pasar en la plaza caraqueña por falta de trapío y
peso.
Las supuestas declaraciones del torero-empresario aparecieron en un
diario capitalino, lo que produjo una reacción entre los propietarios de la
divisa venezolana, aceptando éstos el "guantazo" como si se tratara
de un reto que tenía que ser despejado en el campo del honor: en este caso una
plaza de toros.
Y así, los ganaderos de "Bella Vista", son muchos y casi todos
personas de dinero, se instituyeron en empresa y comenzaron a trabajar en la
organización de la Corrida Extraordinaria de Caracas, encontrándose con parte
del trabajo hecho gracias a los éxitos de "El Niño de la Capea" y Manolo
Martínez, máximos triunfadores de la Feria de Caracas, y toreros que requerían
poco esfuerzo para su promoción.
Los ganaderos-empresarios enfilaron sus baterías contra el torero-empresario anunciando con mucho ruido el cartel, que completaron con la presentación en Caracas del diestro venezolano Carlos Málaga "El Sol", recién llegado de España, donde había sido el venezolano que más orejas cortó en aquellas plazas.
Sin estar obligados por el Reglamento taurino, ya que para las corridas
venezolanas éste exige que los astados lleguen a los corrales de la plaza cuarenta
y ocho horas antes. "Bella Vista" envió con una semana de antelación
la corrida. Fuimos de los primeros que asistimos a los corrales para ver el
encierro, ya que el ruido que se había hecho en torno al mismo nos indicaba que
se produciría noticia. Pero no; no hubo nada de extraordinario con la
presentación de la corrida; por el contrario, habían tres toros sin trapío, con
los pitones demasiado brochos y gachos, que es el tipo que ha venido fijando un
semental de Francisco García, de donde procede esta vacada.
Si esto fue en los corrales, en la plaza podemos decir que tres de los toros fueron mansos, pero de carreta. Dos de ellos le tocaron a "El Niño de la Capea" y otro a Manolo Martínez; uno, el primero de la tarde, no se vio en la plaza, porque no aguantó el castigo en varas del picador mexicano "Coca-Cola", de la cuadrilla de Martínez, quien venía impresionado de lo mucho que se comentaba en esta corrida.
Carlos Málaga "El Sol" fue el único de la terna que gustó las mieles del éxito y cortó una oreja. Le vemos torear muy apretado en lances al costado por detrás. Foto: Moreno. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Los otros dos toros, sin que fueran buenos para el
ganadero, fueron lo que en el argot taurino se conoce por "peritas en
dulce", toros dóciles que embistieron a voluntad del diestro criollo
Carlos Málaga "El Sol", quien fue el triunfador de la tarde al cortar
una oreja en el segundo de la tarde y escuchar palmas, que agradeció desde el tercio
de matadores, en el quinto. Es de apuntar que "El Sol" escuchó música
en sus dos faenas, que acá en Venezuela es premio para cuando se hacen las
cosas bien con la muleta. Carlos fue el único torero de la tarde que recibió el
honor del pasodoble. A su primer enemigo lo mató de una buena estocada y el
segundo de pinchazo y espadazo tendido y contrario, recurriendo más tarde al
descabello.
Manolo Martínez fue ovacionado en su primer enemigo que llegó sin
fuerzas a la muleta, al realizar una faena porfiona de las que lo han colocado
en el sitio de figura entre nuestros aficionados; con la capa Manolo Martínez
se lució en un quite por chicuelinas. El mexicano mató de media que fue efectiva.
Con el cuarto de la tarde abrevió, hecho que el público debió agradecer, ya que
se trataba de un buey digno de que castigaran a la divisa.
"El Niño de la Capea", atracción taquillera de la actual temporada venezolana, no tuvo una tarde como para recordar; al principio fue aplaudido su empeño para luego esas palmas convertirse en pitos que trataron de ser silenciados por los fieles seguidores del joven diestro de Salamanca. Voluntad hubo por parte de Pedro Gutiérrez Moya, pero ésta se estrelló contra la mansedumbre de las reses de "Bella Vista", en las que estuvo pesadillo con el acero, recurriendo al descabello.
"El Niño de la Capea" también vio estrellarse su voluntad ante
el estilo de los toros. Foto: Moreno. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Así, pues, sin que los ganaderos demostraran algo que querían demostrar
al convertirse en empresarios, ni los toreros base del cartel conquistaran un
éxito, vimos como el venezolano Carlos Málaga "EI Sol" se alzó con el
triunfo en la tarde de su presentación, sin que nadie se atreviera a
pronosticarlo antes de iniciarse la corrida.
Publicado en "El Ruedo", Semanario Gráfico de los Toros. Año
XXX. Número 1.535. Madrid, España, el 20 de noviembre de 1973. (Archivo: Hnos.
Dupouy Gómez).
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