(Por: Rafael Dupouy Gómez)
Arturo Uslar Pietri en compañía de su
fraternal amigo de toda la vida, Florencio Gómez Núñez, quien le transmitió su
gran afición taurina. Año 1928. Maracay, Estado Aragua, Venezuela. (Archivo:
Hnos. Dupouy Gómez).
Un
16 de mayo de 1906, hace 110 años, vino al mundo el Dr. Arturo Uslar Pietri, el
más connotado y eminente intelectual venezolano del siglo XX.
Muy
pocos conocen la afición taurina que palpitó en el alma del insigne escritor,
ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1990, por eso he
querido en este artículo, recordar esa faceta prácticamente desconocida por biógrafos,
historiadores y estudiosos de su vida íntima.
El
Dr. Arturo Uslar Pietri, vivió su infancia y juventud en Maracay, Estado Aragua
(Venezuela). Siendo hijo
primogénito de doña Helena Pietri Paúl y del General Arturo Uslar Santamaría,
quien fue funcionario del gobierno del Gral. Juan Vicente Gómez, Presidente de
la República de Venezuela, ejerciendo el cargo de Diputado al Congreso de la
República y Fiscal General del Estado Aragua.
La desbordada afición taurina de los hijos del General
Gómez, Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, contagió al notable escritor
apasionándose por la Fiesta Brava. Arturo Uslar Pietri, fue cronista taurino en
sus años mozos y utilizaba el seudónimo de “Don
Critias, el exiguo”. Los hermanos Gómez Núñez, fundaron “Guayabita”, la
primera ganadería de toros de lidia pura casta española en Venezuela y fueron
propietarios e impulsores de la construcción de la hermosa plaza de toros
Maestranza de Maracay, joya arquitectónica encomendada a su gran amigo, el
arquitecto Carlos Raúl Villanueva.
Su primera novela “Las
Lanzas Coloradas”, fue publicada y desde París, el 9 de abril de 1931, le
escribió a su fraternal amigo Florencio Gómez Núñez, lo siguiente:
“Mi querido vale:
Yo he andado por España y Bélgica, en estos últimos tiempos. ¡Cómo te
gustaría España! Pasé un mes en Madrid verdaderamente encantado. No puedes
imaginarte que cosa tan simpática es el carácter y las costumbres españolas.
Parece que todo estuviera hecho para nuestros gustos y costumbres.
En España arreglé el asunto de la publicación de mi novela “Las Lanzas
Coloradas”, y, ayer justamente, acabo de recibir los primeros ejemplares. Por
este mismo correo te mando un paquete con tres ejemplares, uno para ti, otro
para Vicente, y otro para que me hagas el favor de dárselo tú mismo al General.
Creo que la novela te gustará. Se trata en ella de la guerra de independencia,
hay batallas, asaltos y el reflejo de la recia alma venezolana. No dejes de
escribirme después que la leas, haciéndome saber lo que piensas de ella. Saludos
para tu mamá, muchos cordiales recuerdos para Vicente, y para ti un abrazo con
todo el cariño inalterable”.
Arturo
Uslar Pietri
(Correspondencia
del Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
A su regreso a Venezuela, acudió a presenciar las
ferias de Maracay de 1934 y 1935, organizadas por los hermanos Gómez Núñez, a
quienes les dedicó un hermoso poema sobre la Maestranza de Maracay (Venezuela).
Poema
Inédito del Dr. Arturo Uslar Pietri:
A Juan
Vicente y a Florencio, para su circo, con mi cariño fraternal.
Tras
estos muros de Arabia
que
pálida está la arena,
huele
a peligro y a sangre
a
vino y a petenera;
las
sombras caen oblicuas
y
detrás de cada puerta,
como
una arteria, palpita
un
toro de seda negra.
Blancas
manos hay cruzadas
en
un desmayo que reza,
hondos
ojos de mujer
iluminan
la tragedia.
Tras
estos muros de Arabia
ya
va a estar roja la fiesta.
Antes
que el toro solemne
y la
cuadrilla serena
en
el silencio del circo
dos
imágenes se sueñan:
las
de dos mozos parejos
en
dos jacas pintureras,
el
zahón hasta la bota,
el
cordobés en la ceja,
el
pecho fuerte ceñido
en
la estrecha guayabera,
el
uno claro y sonriente
tipo
fiel de Venezuela,
el
otro majo y moreno
como
nacido en la sierra;
mucho
metal el jaez
mucha
pólvora la bestia,
al
ritmo de cada paso
tintinea
una cadena,
los
ojos adormecidos
y
una estrella en cada espuela.
Tras estos muros de Arabia
dos
imágenes campean.
Arturo Uslar Pietri, Maracay, 20 de enero de
1934.
(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez)
En el hermoso poema, donde se refleja el palpitar de
su afición taurina, Arturo Uslar Pietri, describe a sus fraternales amigos, los
hermanos Gómez Núñez, como dos mozos parejos. A Juan Vicente con semblante “claro y sonriente tipo fiel de Venezuela” y
a Florencio “majo y moreno como nacido en
la sierra”.
Entre los toreros contratados por los hermanos
Gómez Núñez para la Feria de Maracay de 1934, figuró Manolo Bienvenida, quien había
toreado en la pasada Feria del año 1933, inaugurando la Maestranza de Maracay.
En esta ocasión, incluyeron en los carteles a Pepe Bienvenida, para que
debutara en su plaza, alternando con su hermano. Manolo y “Pepote” Bienvenida,
eran grandes amigos de juventud de los hermanos Gómez Núñez. Durante la Feria, vino
acompañando a sus hijos don Manuel Mejías Rapela el “Papa Negro”. Los otros
matadores de toros españoles que vinieron contratados, para completar los
carteles junto a Manolo y Pepe Bienvenida, fueron Nicanor Villalta y Antonio
García “Maravilla”.
Para las Ferias de Maracay de 1935,
contrataron los hermanos Gómez Núñez a la gran figura del toreo de España, el
genial artista sevillano, Manuel Jiménez “Chicuelo”, al diestro venezolano
Eleazar Sananes “Rubito” y el valenciano Vicente Barrera que participó en las
tres corridas de las Ferias de Maracay de 1935, al igual que “Chicuelo”.
También vino el matador de toros mexicano David Liceaga y el español Juan
Martín Caro “Chiquito de la Audiencia”.
Arturo Uslar Pietri, fue invitado muchas veces
por Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, a la ganadería “Guayabita” y tuvo la
oportunidad de conocer, conversar y fotografiarse con los famosos diestros
Manuel Jiménez “Chicuelo” y Vicente Barrera en la dehesa aragüeña.
En raras ocasiones, el notabilísimo escritor, se atrevió
a poner en práctica su afición ante la cara de una vaquilla en las haciendas
“La Providencia” y “Guayabita” de los hermanos Gómez Núñez. Amenas tertulias y
sabrosas terneras formaban parte de la vida sana en el campo, en compañía de
sus amigos Efraín Gómez, Mario Pacheco, Roberto Santana Llamozas, Ramón
Martínez Ruí, Vicente Martínez, Heriberto Ramírez, Alejandro Funes, Abelardo
Martínez Machado y los comandantes Diego Rodríguez Garmendia, Pedro Francisco
Pereda Bermúdez y Francisco Leonardi.
El Dr. Arturo Uslar Pietri, celebró en varias
ocasiones su cumpleaños en Madrid, porque coincidía con la Feria de San Isidro.
Muchas veces se le pudo ver en la Monumental de Las Ventas disfrutando las
corridas de toros que tanto le apasionaban.
El
más connotado intelectual venezolano Arturo Uslar Pietri, conversando muy sonriente
en compañía del maestro del toreo Andrés Vázquez, en Madrid, España. (Archivo:
Hnos. Dupouy Gómez).
El maestro Sebastián Palomo Linares, gran amigo del
intelectual venezolano y de su hijo Federico Uslar Braun, le regaló un capote que
conservó el escritor en un lugar especial de su hogar.
Federico
Uslar Braun, hijo del Dr. Arturo Uslar Pietri, muestra el capote que le
obsequió el maestro Sebastián Palomo Linares. Reportaje realizado por la
periodista María Angélica Correa para la revista Zeta, el 10 de junio de 2005. (Foto:
Héctor Lozano).
Entre
los innumerables premios
y condecoraciones nacionales e internacionales, Arturo Uslar Pietri en 1959,
fue elegido Miembro Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua.
En 1973, conquistó el Premio Hispanoamericano de Prensa Miguel de Cervantes, le
concedieron la Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica en 1984, el
Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, promovió la “Semana del Autor” en
1986 y recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1990 como un
merecido homenaje al más importante exponente de la intelectualidad venezolana.
Falleció el 26 de febrero de 2001, a la edad de 94 años en su residencia
caraqueña.
Rafael
Dupouy Gómez en compañía del Dr. Arturo Uslar Pietri. Caracas, año 1994. Dedicatoria del escritor que dice: “Para los hermanos Dupouy Gómez con el
afecto hereditario de Arturo Uslar Pietri. Caracas, año 1984”. (Archivo:
Hnos. Dupouy Gómez).
Su afición taurina se evidencia en este artículo, que
dedico como afectuoso recuerdo a su memoria en el 110º Aniversario de su
nacimiento.
Rafael
Dupouy Gómez
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